Vínculo copiado
La decisión marca un giro en la estrategia de inmunización
20:20 miércoles 27 agosto, 2025
MundoLa Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) anunció este miércoles 27 de agosto la autorización de versiones actualizadas de las vacunas contra la covid-19, pero con un cambio trascendental: los niños pequeños sanos quedaron sin ninguna opción aprobada.
La decisión marca un giro en la estrategia de inmunización del país, ya que el acceso a las dosis se limita ahora solo a grupos específicos, principalmente adultos mayores y menores con condiciones de salud que los hacen más vulnerables.
El caso de los niños es el más delicado. Hasta antes de esta resolución, había disponibles vacunas para menores de cinco años a través de Pfizer y Moderna. Sin embargo, la FDA revocó esas autorizaciones para la población pediátrica general.
Ahora, la vacuna de Pfizer-BioNTech (Comirnaty LP.8.1) quedó disponible únicamente para personas de cinco años en adelante con enfermedades de alto riesgo, mientras que Moderna (Spikevax) se podrá aplicar en niños desde los seis meses, pero solo si presentan condiciones médicas preexistentes.
Esto deja sin acceso a los menores de cinco años sanos, un grupo que ya mostraba bajas tasas de vacunación en temporadas pasadas.
De acuerdo con la propia FDA y medios como Associated Press y The Guardian, esta decisión significa que “no existe actualmente una vacuna aprobada para niños pequeños sanos”.
Las versiones aprobadas corresponden a la campaña de otoño-invierno 2025-2026 y están diseñadas para enfrentar el sublinaje predominante del virus SARS-CoV-2.
La vacuna de Pfizer se autorizó para adultos mayores de 65 años y para jóvenes desde los cinco hasta los 64 años con comorbilidades, como diabetes, asma, enfermedades cardíacas o inmunodeficiencias.
Moderna, por su parte, mantuvo la autorización para grupos pediátricos, pero bajo la misma lógica de riesgo elevado, y Novavax solo se podrá aplicar a mayores de 12 años con condiciones médicas específicas. Con ello, se restringe drásticamente el acceso universal que caracterizó las campañas de los últimos años.
El motivo detrás de la limitación es una estrategia de salud pública que la FDA ha descrito como más “precavida y selectiva”. Según explicó el comisionado de la agencia, el objetivo es centrar la vacunación en quienes realmente pueden beneficiarse más, es decir, quienes tienen mayor probabilidad de sufrir una enfermedad grave o complicaciones por covid-19.
Las consecuencias de esta decisión han generado controversia. Para la comunidad médica, la exclusión de los niños pequeños sanos deja un vacío en la estrategia de protección contra el virus.
En línea con las directrices del Departamento de Salud y Servicios Humanos, encabezado por Robert F. Kennedy Jr., se busca abandonar las recomendaciones de vacunación universal para toda la población mayor de seis meses, apostando en cambio por decisiones clínicas individualizadas entre médicos y pacientes.
La medida se justifica también en que los beneficios de la vacuna en niños pequeños sanos no compensan, según la FDA, los posibles riesgos de efectos adversos, además de que la aceptación de la vacunación pediátrica ha sido baja en Estados Unidos desde 2022.
La American Academy of Pediatrics expresó su preocupación y reiteró que sigue recomendando la vacunación de los menores de seis a 23 meses, así como de otros grupos pediátricos, al considerar que el riesgo de hospitalización por covid-19, aunque bajo, no es nulo.
Por su parte, asociaciones de padres de familia han manifestado confusión ante las nuevas normas, que cambian por completo el panorama de la campaña de vacunación.
La falta de acceso para niños pequeños sanos también abre dudas sobre la cobertura de seguros médicos y los programas estatales de salud, ya que muchos planes estaban diseñados en torno a la vacunación universal.
Además, los expertos en comunicación en salud advierten que estas restricciones pueden incrementar la desinformación y el escepticismo entre las familias.
Mientras tanto, los hospitales y pediatras se preparan para explicar a los padres que la vacuna solo será aplicada a menores con enfermedades de alto riesgo, un criterio que debe evaluarse caso por caso.
En paralelo, la FDA retiró todas las autorizaciones de emergencia que aún estaban vigentes para formulaciones anteriores de Pfizer, Moderna y Novavax.
Esto significa que las versiones antiguas ya no podrán utilizarse ni siquiera como alternativa, cerrando la puerta a opciones previas.
Únete a nuestro canal de WhatsApp para no perderte la información más importante 👉🏽 https://gmnet.vip/7Be3H
La agencia defendió la decisión asegurando que se trata de una actualización necesaria, similar a lo que se hace cada año con las vacunas contra la influenza, pero con el añadido de un enfoque mucho más restrictivo.
Con información de Excélsior