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Paisanos se movilizan para ofrecer ayuda
13:35 lunes 13 enero, 2025
ZacatecasAnte la peor tragedia de los últimos tiempos que sufren los habitantes de California, a decir de líderes zacatecanos, ya se movilizan para ofrecer ayuda como les sea posible, desde albergar a familias enteras en sus casas hasta organizar grupos de ayuda para canalizar a quien lo necesite. El secretario de Deportes de la Federación de Clubes de Zacatecanos del Sur de California y originario de Juanchorrey, Tepetongo, es el caso más cercano entre los miembros de la Federación que tuvo que ser evacuado ante la ola de incendios que asola diversas zonas de este estado; sin embargo, el viernes recibió la noticia de que su casa quedó intacta. Aun así, hay varias familias zacatecanas oriundas de Monte Escobedo que radican en el área de Altadena, cuyas casas quedaron en cenizas, advirtió Guadalupe Gómez de Lara, miembro del Frente Cívico Zacatecano. Alerta de desalojo La madrugada del miércoles, justo a las 3:30 horas llegó la alerta al celular. Debían evacuar la casa. Las llamas de los incendios que devoran California estaban cerca. A una cuadra, para ser precisos. Brenda González y su esposo, así como sus padres, fueron a la cama vestidos, por si acaso debían irse, como finalmente ocurrió. Buscaron el refugio más cercano. Brenda y su familia salieron con tres cambios en una mochila para las niñas, la computadora y cosas de la escuela, mientras los adultos procuraron los documentos importantes y salieron sin llevar más que una cobija encima. Este viernes descubrieron con alegría que su casa sigue en pie, en una de tantas calles de Altadena, ciudad muy cercana a Pasadena y Los Ángeles, que ha sido devorada por las llamas que en los últimos tres días ha consumido casi todo a su paso. Este viernes, los incendios seguían incontrolables y la familia de Brenda, que compartía con decenas de afectados un espacio en el albergue, con personas de origen mexicano, centroamericanos y de diversidad de nacionalidades esperaban que los vientos dieran tregua para sofocar el fuego que solo ha dejado destrucción y desolación. “Dormimos vestidos” Brenda explicó que el martes salió a trabajar a las 6 y poco después recibió un mensaje de su hija mayor; le pedía cuidarse, ya que en casa ya no tenían luz. Al llegar del trabajo, la situación era la misma: se alumbraban con velas o lámparas. Al acostarse, lo hicieron vestidos en caso de que tuvieran que salir por la emergencia, como finalmente sucedió. Llegaron al refugio donde han recibido comida, agua y una mesa está repleta de ropa por si alguien llega a necesitar. “Pero sí, ha sido muy feo ver toda la destrucción que ha causado (la tragedia); ver las casas de conocidos que, dice uno, ahí vivían, ahora no hay nada; los negocios en toda una calle… esa cuadra desapareció. La escuela de una de las niñas se quemó en parte y me pregunta si tendrá que ir a otra escuela. Acababa de hacer amistad con una niña”. Brenda, cuyos orígenes son jaliscienses y zacatecanos, expresó que una vecina está a 15 días de dar a luz, “seguramente ya tenía un cuarto para ese bebé y ahora no tienen nada” y eso, dijo, la puso demasiado triste. Explicó que este viernes llegó gente del Consulado mexicano para conocer la situación de quienes permanecían en el albergue, que eran menos de los que estaban cuando ellos llegaron. La solidaridad de muchos se ha hecho presente, reconoce. Muchos empleados de centros médicos acudieron a dar su tiempo, a ofrecer, si alguien lo necesita, atención y medicinas. La advertencia del gobierno estadounidense es que mientras perduren los fuertes vientos, que se esperaba que arreciaran la noche del viernes, debían permanecer en el albergue y manteniendo la esperanza de que el fuego no alcanzara más viviendas, negocios o coches. “Mi papá y mi marido como pudieron salvaron la iglesia a la que vamos. Una palma empezó a arder y amenazaba con caer sobre el edificio de la iglesia, pero se pudo salvar, porque frente de ésta, varias casas se habían quemado, como cuadras enteras que quedaron en cenizas”. Arrasadas, cuadras enteras Al preguntarle cómo es el panorama ante la desolación, expresó que la mayor impresión fue ver cuadras con casas y negocios que ahora ya no existen, las casas de sus vecinos que se redujeron a cenizas y, algo que en particular le sorprendió, ver cómo una casa quedó en medio de otras, sin tener ningún daño y ver que “ahí había un hogar antes y ahora ya no hay nada”. Este viernes, las autoridades les avisaron en el albergue que ya no solo el aire está contaminado, sino también el agua. Ante la desolación, las familias que permanecen en el centro de convenciones no tienen prisa; solo están a la espera de que los vientos permitan que las viviendas que no han caído, permanezcan y para quienes ya las perdieron, ver cómo deberán comenzar de cero. Sin embargo, el panorama es desolador. Jamás esperaron ver así la ciudad. Los más, anhelan volver a sus casas. Quienes ya no las tienen, hacían filas para recibir tarjetas con las que podían canjear alimentos y quedarse en el albergue. Lo más triste, dijo Brenda, será recomenzar. Muchos quedarán sin trabajo, “sabemos que al salir de aquí hay que empezar desde cero; otras personas están recaudando fondos para ayudar”. Sin embargo, hay otra amenaza. Escucharon que afuera de varios supermercados llegó migración a hacer redadas. Únete a nuestro canal de WhatsApp para no perderte la información más importante 👉🏽 https://gmnet.vip/7Be3H Pero también temen a los ladrones que, aprovechando la situación, se meten a las casas solas a robar. “Me enteré de que ya hay como 20 arrestos”, mientras la policía realiza patrullajes para evitar mayores daños. Con información de NTR Zacatecas