Para que la ciudadanía cuente con la información necesaria para el autocuidado de la salud, autoridades sanitarias del estado participaron, difundieron las medidas que se deben tener en esta temporada de calor. Lucía Reyes Veyna, jefa del departamento de epidemiología de la Secretaría de Salud (SSZ), declaró que durante la temporada de verano aumenta la incidencia, principalmente de dos temas relacionados con la salud pública: los golpes de calor y las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS). Cada año, durante los meses de julio y agosto pueden presentarse en el territorio zacatecano temperaturas por encima de los 40 grados centígrados, condición que propicia casos de deshidratación severa y golpe de calor, el cual es una emergencia médica por el aumento rápido de la temperatura corporal, que puede causar: confusión mental, irritabilidad, agitación, delirio, convulsiones y en casos extremos falla multiorgánica que podría derivar en muerte. En caso de estar frente a un posible caso de golpe de calor, es necesario trasladar de inmediato al paciente a un lugar fresco y bien ventilado, desabrochar la ropa, colocar paños húmedos en la frente, cuello, abdomen y axilas; se debe llamar de inmediato al 911, ya que el paciente debe recibir atención inmediata.  Señaló que la SSZ recibió el reporte de cuatro niños en una escuela primaria del municipio de Sombrerete, quienes posterior al recreo presentaron síntomas de golpe de calor, específicamente dolor de cabeza, por lo que fueron hidratados de inmediato con vida suero oral, el cual está disponible en todas las unidades. Asimismo, refirió el caso de un menor de 11 años de edad, originario del Tlaltenango, quien se encontraba en el campo y, tras el malestar, fue rápidamente atendido. De igual manera, enfatizó la importancia de evitar realizar actividades al aire libre, sin protección contra el sol, como sombreros o bloqueador, en las horas donde se intensifican los rayos solares, pues la exposición prolongada puede causar quemaduras de diversos grados, acompañadas de lesiones como edemas, vesículas o ampollas. También habló de los cuidados que se deben tener con la preparación de alimentos, ya que, por las condiciones ambientales, es más fácil que bacterias o microorganismos patógenos se reproduzcan en su interior, por lo que debe prepararse sólo la cantidad que se consumirá al momento y, en caso de que sobre, deberá refrigerarse a los pocos minutos. Es indispensable reforzar las medidas de higiene, como el lavado constante de manos, la desinfección de frutas y verduras, y evitar comer en lugares poco higiénicos.