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La mayoría de los estadounidenses –aunque no de los republicanos– cree que Trump tiene una tendencia
00:10 sábado 23 agosto, 2025
ColaboradoresAl margen de la legalidad o la injusticia del rediseño de distritos determinado por los republicanos en el estado de Texas, y su curiosamente hipócrita oposición respecto a planes similares de los demócratas en California, hay una real preocupación por lo que representa para la democracia en Estados Unidos. De hecho, la democracia se ha convertido en un tema de preocupación.
En alguna medida, el principal problema es que Donald Trump es un presidente demasiado fuerte: tiene el control absoluto del Partido Republicano, que tiene mayorías en las dos Cámaras del Congreso federal. Pero para continuar sus planes, necesita mantener esa superioridad, y tradicionalmente el partido en el poder la pierde en los comicios de medio término.
Pero de acuerdo con una encuesta IPSOS-Reuters la mayoría de los estadounidenses –aunque no de los republicanos– cree que Trump tiene una tendencia al autoritarismo que lo lleva a exceder los límites de la Presidencia. Trump y sus consejeros temen particularmente la posibilidad de perder la actual mayoría republicana (219 a 215) en la Cámara baja del Congreso federal y plantearon de hecho la necesidad de reformar el mapa electoral de Texas.
Cierto que una redistribución para favorecer al partido en el poder está lejos de ser una novedad en la política estadounidense, pero el momento es desusado: lo normal es que se realice en los primeros años de cada década, de acuerdo con los datos aportados por los censos de cada 10 años.
La idea fue acogida por el gobernador Greg Abbott y el congreso estatal, dominado por los republicanos y provocó una teatral huida temporal de miembros de la minoría demócrata para tratar de evitar una reorganización que elimina cinco distritos considerados demócratas y los sustituye por otros tantos diseñados con una esperada mayoría republicana.
La primera respuesta provino de Gavin Newsom, gobernador del abrumadoramente demócrata estado de California, que promueve ahora la recomposición del mapa electoral del estado para crear cinco nuevas representaciones demócratas en un mapa que elimine otros tantos distritos republicanos. Para muchos expertos, es una respuesta natural, pero también un golpe a la política en Estados Unidos.
"No podemos tener una democracia representativa si los estados demócratas siguen el ideal de la redistribución independiente de distritos y reducen los distritos partidistas, mientras que los estados republicanos siguen la política partidista pura y dura y crean tantos distritos republicanos como sea posible", apuntó Matthew Dowd, un veterano asesor político demócrata.
El idealismo demócrata es tan cuestionable como el republicano, pero la preocupación es real. Ya varios estados han anunciado su interés en nuevos mapas electorales, lo que para Dowd y otros acabaría por contribuir a la ya creciente polarización política y los consecuentes problemas de gobernabilidad en Estados Unidos.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE