Vínculo copiado
Cierto que es una queja de analistas demócratas, que en varios casos tratan de empujar a su partido a responder
00:11 viernes 8 agosto, 2025
ColaboradoresEstados Unidos parece entrar en una etapa particularmente riesgosa de su vida política, una en que no solo se "estiran" las interpretaciones legales para favorecer al partido en el poder, sino que se reescriben incluso acuerdos no-escritos que aseguraban grados de civilidad.
Cierto que es una queja de analistas demócratas, que en varios casos tratan de empujar a su partido a responder como pueda, pero no es necesariamente un lamento injustificado. Parece un problema universal: los partidos políticos, cuando están en el poder y tienen posibilidades de hacerlo, "olvidan" sus reclamos democráticos para prolongar su permanencia en nombre de la democracia y la patria.
Estados Unidos no es una excepción, aunque arguye por el excepcionalismo de su sistema político.
Puede alegarse, como apunta la publicación Political Wire, que "en un tema tras otro, los republicanos han estado dispuestos a romper las normas democráticas para obtener ventaja, mientras que los demócratas, la mayoría de las veces, han guardado silencio".
Puede hablarse de que es un fenómeno político y cultural, porque en alguna medida refleja viejas divisiones en Estados Unidos: los estados republicanos más empeñados en modificaciones electorales que perpetúen un status quo favorable a sus propuestas se encuentran generalmente en el sur del país, donde se resiente la intromisión federal para imponer la igualdad racial.
Y puede recordarse que en estados como: Texas, Florida, Louisiana, Missouri, fueron parte de la confederación que buscó separarse de Estados Unidos a mediados del siglo XIX para mantener el derecho a una economía basada en la esclavitud.
Ahora no es por esclavos, pero sí para asegurar la mayoría permanente en los mecanismos de poder, y eso implica crear nuevos distritos electorales o modificar los existentes para asegurar su predominio.
A ojos de los demócratas, eso implica una traición a las normas democráticas, pero al mismo tiempo un éxito para los republicanos, que según Political Wire "cosechan los beneficios tanto en victorias políticas como en resultados electorales", si bien "el Congreso se vuelve menos representativo. Las normas se erosionan".
Y algunos demócratas, a su vez, están dispuestos a responder de la misma forma. El gobernador de California, Gavin Newsome, promueve ahora la idea de redefinir los distritos electorales de su estado con la misma visión con que los republicanos tratan ya de redistribuir los distritos en Texas.
Los tradicionalistas alegan que los cambios demográficos son una de las razones del rediseño de distritos cada diez años, después de los censos de población.
Pero la realidad es que los distritos suelen ser dibujados de tal forma que debiliten al partido opositor.
Todo de acuerdo con las reglas y la voluntad de las mayorías, por supuesto. Aunque socaven la democracia y aumenten la ya creciente polarización política.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE