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Ciertamente, el mundo está en una nueva era, en la que los parámetros conocidos de la relación internacional ya no funcionan y han sido rebasados para entrar a una época donde la geopolítica es reina
00:02 martes 4 marzo, 2025
ColaboradoresLa extradición a Estados Unidos de 29 narcotraficantes presos en México, incluso el legendario Rafael Caro Quintero, sonó ciertamente a un intento gubernamental por calmar las aguas en la relación con el gobierno de Donald Trump.
Y en gran medida es correcto, a juzgar por los reportes de la prensa estadounidense, en especial The Wall Street Journal, que consignó la advertencia del Secretario de Defensa, Peter Hegseth, de que México debía dar resultados en la lucha anticárteles o sería objeto de medidas militares, y otro de The Washington Post, que reportó el envío de tropas de asalto a la frontera.
En otras palabras, el gobierno mexicano negocia mientras le apuntan con dos pistolas a la cabeza: una económica, con la posible imposición de aranceles comerciales, la otra militar, con la amenaza de golpes estratégicos o bombardeos contra blancos que suponen sean laboratorios o guaridas del narcotráfico.
Ciertamente, el mundo está en una nueva era, en la que los parámetros conocidos de la relación internacional ya no funcionan y han sido rebasados para entrar a una época donde la geopolítica es reina.
Hoy, según todas las señales, las potencias buscan imponer sus condiciones sobre los demás por todos los medios a su alcance, incluso la fuerza militar, al consolidar sus propias esferas de influencia.
Es quizá respetable si alguien cree sinceramente que la invasión rusa de Ucrania solo fue para evitar que "los fascistas" se asienten en su frontera, pero sería mucho más acertado apostar a que se busca resucitar el cinturón de seguridad geopolítico con que Rusia rodeó tradicionalmente su territorio europeo.
Si alguien desea pensar que la República Popular China busca recuperar Taiwán porque se trata de una provincia extraviada que debe ser reincorporada a su territorio, aunque sus pobladores no quieran, tendría un grado de razón; pero estaría más correcto si piensa que al hacerlo se asegura una posición estratégica con una salida libre al Océano Pacífico.
Y en ese marco, la realidad es que mientras algunas ideas del presidente Donald Trump parecen disparatadas, como eso de convertir a Canadá en el estado 51, adquirir Groenlandia o recuperar el Canal de Panamá, suena más lógico cuando se consultan los mapas y los recursos involucrados en los territorios que cubriría el triángulo de la hegemonía estadounidense: el acceso al Polo Norte, agua dulce, petróleo, recursos minerales, la comunicación interoceánica, la conversión del Mar Caribe en un mar interior.
Y a querer o no, México está en esa región. Fue descrito alguna vez como el bajo vientre desprotegido de los Estados Unidos
Ese es el panorama internacional que se ve ahora y la realidad que enfrenta el gobierno de Claudia Sheinbaum.
En ese marco, México deberá elegir sus peleas al tiempo de aprovechar esa vecindad.
Ciertamente, la extradición de los dirigentes, o exdirigentes del narcotráfico, es una cesión, pero tal vez sería más correcto preguntar si se trata de una batalla que valía la pena librar.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE