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Con apenas 171 años de existencia la ciudad ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos 60 años
12:06 miércoles 19 octubre, 2022
DESDE LA REDACCIÓN SLPPuerto Vallarta es de las pocas ciudades a nivel nacional que históricamente, salvo en los periodos más álgidos de las pandemias del siglo XXI, puede presumir de contar con un nivel de desempleo muy bajos, incluso hoy se sufre por la mano de obra, pero al mismo tiempo su crecimiento desmedido ha traído serios problemas. Los fundadores, encabezados por Guadalupe Sánchez, de aquel lugar conocido como Puerto las Peñas de Santa María de Guadalupe, jamás imaginaron que el sitio que serviría para el desembarco de sal para surtir las minas ubicadas en la Sierra Madre Occidental un siglo después comenzaría un boom turístico que el día de hoy lo mantiene como una de las ciudades que más visitantes recibe anualmente en el país. A raíz de la filmación de la película “La Noche de la Iguana” en el año de 1963, el entonces pueblito de pescadores tuvo un crecimiento exponencial, al mismo tiempo que desordenado, el cual ha llevada al sitio que en el año de 1960 era habitado por menos de ocho mil personas a más de 220 mil, según el censo de 2020, aunque por su población flotante se piensa que hay momentos en que son cerca de 300 mil personas las que cohabitan en el destino. Todo esto gracias a una actividad que es extraordinariamente noble, al tiempo que tiene una terrible fragilidad, como lo han demostrado las pandemias del virus H1N1 en 2009 y del SARS-CoV-2 en 2020, está última por cierto sigue vigente, situaciones que dejan sin trabajo a muchísimas personas. Pero la más grave de la situación, es que la ciudad no tiene para donde crecer, rodeada por la Sierra Madre Occidental y el frente el vasto Océano Pacífico, por lo que la construcción de vivienda nueva es cada vez más difícil de construir, al tiempo que muchas casas unifamiliares fueron demolidas para convertirse en complejos de departamentos de lujo verticales, los cuales poco a poco han ido mermando la capacidad de otorgar los servicios públicos al municipio. Redes de drenaje insuficientes, falta de vialidades, viviendas más caras, hacen de la ciudad una bomba de tiempo que amenaza con estallar en cualquier momento si autoridades, academia, iniciativa privada y la población en general no se sientan a dialogar para crear un plan de ordenamiento territorial eficiente.