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Dodgers barrió a Brewers en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y se convirtió en el primer invitado a la Serie Mundial
21:43 viernes 17 octubre, 2025
Deporte Nacional e InternacionalEn el Dodger Stadium se vivió algo que excede la lógica del beisbol. Una noche que no sólo pertenece a la estadística, sino al asombro. Shohei Ohtani hizo del Juego 4 un espectáculo que quedará grabado entre los relatos más prodigiosos del diamante. El japonés lanzó seis entradas de perfección casi poética. Dos hits, tres bases por bolas y 10 ponches que apagaron a los Brewers y encaminaron el triunfo el 5-1 que dio a Los Ángeles el bicampeonato de la Liga Nacional. Pero lo que siguió desafió cualquier manual del juego. Ohtani no se conformó con dominar desde la loma. Se transformó también en un samurai con el madero. Tres cuadrangulares, cada uno más resonante que el anterior, hicieron que la frontera entre lanzador y bateador se disolviera ante 52 mil espectadores que comprendieron que estaban viendo un clásico instantáneo de MLB. El primero de esos jonrones inauguró el marcador y los anales de las Grandes Ligas: nunca un pitcher había abierto una noche de postemporada con un batazo de vuelta entera. Lo hizo justo después de ponchar en fila a Jackson Chourio, Christian Yelich y William Contreras, una secuencia de dominio que parecía escrita por Hollywood. En el cuarto rollo, su segundo estallido surcó el cielo entre el derecho y el central. En la séptima, selló la obra con un tercer bambinazo que provocó una ovación interminable. Dodgers completó la barrida sobre Milwaukee con anotaciones de Tommy Edman y Teoscar Hernández, pero nadie dudó de que el partido pertenecía a un solo hombre. Ohtani se convirtió en el primer pelotero en la historia de las Grandes Ligas que combina tres jonrones y 10 ponches en un mismo juego. Un registro imposible que lo libera de toda crítica de sus primeros juegos en la Serie de Campeonato y lo coloca en una dimensión de leyenda junto a Babe Ruth. Los Dodgers, que buscan el primer bicampeonato de Grandes Ligas desde los Yankees de 2000 y el primer back to back de la franquicia, celebraron una noche que ya tiene categoría de clásico instantáneo. En un deporte que vive de repeticiones y rutinas, el pelotero japonés recordó que aún hay espacio para lo imposible. En Los Ángeles, la magia tiene nombre y acento japonés. Ahora esperan por Mariners o Blue Jays. FUENTE EXCÉLSIOR