La inseguridad y la violencia generada por la delincuencia organizada y las fuerzas de seguridad han obligado a miles de mexicanos a migrar a Estados Unidos para librarse de extorsiones, amenazas y homicidios. A la migración forzada de ciudadanos centroamericanos y caribeños que escapan de la inseguridad en sus países, se suma también el éxodo de miles de mexicanos que han sido despojados de su patrimonio por el crimen organizado y que han visto cómo las autoridades están coludidas con la delincuencia o siguen las mismas prácticas que los criminales. En la frontera norte del país cientos de mujeres, niños y familias que huyen de la violencia en Zacatecas, Guerrero, Michoacán y Chiapas esperan la oportunidad para ingresar a Estados Unidos, ya sea a través de mecanismos legales de asilo o de forma ilegal. Con información de Latinus,