¿Qué tan mal dejó al PRI Juan Manuel Carreras y Elías Pesina que las rebeliones siguen dándose después de la llegada de Sara Rocha a su presidencia? ¿Cuántos agravios dejaron en el camino? Las impugnaciones firmadas contra la elección de la catorceña son 5.

Entre ellas de la exdiputada Bety Benavente, de la exregidora Alma Ruth y el diputado -y principal heredero de Carreras- Edmundo Torrescano. Pocas veces en la historia reciente del PRI se habían visto tantos disgustos de parte de la militancia que reprobaran la elección de un dirigente. Se evidencia un repruebo total, una indisciplina actual monumental y una serie de recuerdos negativos latentes que estaban esperando un pretexto para cobrarse. Lo primero lo tendrá que resolver Sara Rocha, y sus cercanos, mediando y concediendo.

“A toro pasado”, aunque sea. La indisciplina de hoy es resultado de una dejadez sexenal que Carreras y los que fungieron como Presidentes sembraron, abusando de las nóminas oficiales y del partido sin esperar que un día se acabaría, para hoy cosechar los rencores reprimidos por años. Galindo tendrá que conjuntar y trabajar mucho, máxime si algunos de ellos forman parte de su gabinete, como Benavente. Si las impugnaciones prosperan es otro tema, pero desde que se reveló el gallinero, se reveló.