Es el cierre de año de 2023 y los calderos políticos apuntan a que, de alguna u otra manera, todas las voces que podrán, que se sienten con derecho o privilegio y que se sienten con obligación busquen una colocación para el panorama que se viene este año. Los derechos políticos, bien defendidos, serán las banderas para que los que quieran jugar algo tenga cara. El sistema penal y político mexicano, combinado, descansa en aquellas famosas fórmulas que “hasta la sentencia”. De ahí entonces que muchos actores y actrices puedan seguir participando, aún y cuando en sus personas pendan de señalamientos de corrupción.

Este tema, por una parte. Y la otra. Aquellas y aquellos cuyas cartas en la mano les alcanza para jugar algo que pueda representar un salvavidas en sus carreras. Se viene tiempos turbios. O al menos entretenidos. Los nombres de quienes vayan a buscar una candidatura darán de qué hablar a partir de este lunes 1o de enero. Mientras que unas y unos descansan la resacas festivas, otras y otros despiertan la resaca política.

Esa que nos seguirá despertando, al menos hasta septiembre u octubre de, otro año 2024. Lo más importante, es el papel y responsabilidad que, como medios y ciudadanos, juguemos para consolidar nuestra clase política, nuestra democracia y nuestra sociedad.