Si el gobierno federal y su titular, el Presidente AMLO, hubieran cumplido su palabra, hoy estaríamos sacándole provecho a la Ruta Alterna a la Carr. 57 y, por lo tanto, desfogando el trafico que agobia ya nuestra zona metropolitana, sobre todo la que va a la Zona Industrial. Y no fue la promesa hecha al Gobernador Carreras y su sexenio. No

Fue una promesa al pueblo de San Luis Potosí. Mayor agravio todavía. Ahora toca entonces al gobierno estatal y sus propuestas para el gasto del próximo año que se contemple la infraestructura vial vitalísima para el impulso y desarrollo que se le quiere dar a la entidad. Seguridad, salud, educación, obra publica y un largo etcétera debe estar en los primeros renglones. Pero si se quiere hablar de un verdadero desarrollo económico y su potencial, este no se puede dar sin vias de comunicación. La iniciativa privada potosina desconfía del gobierno federal por su falta de promesa. Y es válido. Que el gobierno del estado no caiga en esa misma tónica.