Las posturas que empiezan a querer tomar actores y actrices políticos como redentores de la vida política y pública de San Luis Potosí para este 2024, algunos y algunas, a fin de cuentas caen en el cuestionamiento a sus méritos y trayectoria. Nadie niega los derechos políticos que tenemos todas y todas de querer aspirar a un puesto de elección popular, pero de ahí a tener un poquito de sensatez, hay mucha distancia. En el caso de los aspirantes a la alcaldía capitalina, concretamente en el Frente Amplio que conforman PRI-PAN-PRD, el único que representa una posibilidad valedera es el actual alcalde Enrique Galindo.

Máxime si su pretensión de reelección ya es pública y notoria. Única carta priísta visible con posición activa, respetable y en alto nivel.

Única opción para seguir fortaleciendo al PAN potosino, sin duda.

Única oportunidad para el PRD de sobrevivir.

Estos tres puntos revestidos con la etiqueta de ser el único nombre que llevará a esos partidos a una batalla electoral digna como oposición. Las últimas encuestas de casas nacionales como México Elige o Rubrum lo colocan con números altos en el renglón de los alcaldes de capitales. Y su trabajo en la capital ha sabido sortear la duda en materia de obra pública, por ejemplo. O la respuesta a los principales problemas, como servicios básicos. No se diga la crisis hídrica. Si algunos o algunas aspirantes tricolores, blanquiazules o amarillos buscan o quieren levantar la mano para la alcaldia capitalina, adelante. Pero el agua que se fuga desde adentro también corroe estructuras. Y ni el PRI, ni el PAN y ni el PRD están o tienen tiempo de perderlo. Ellas y ellos sabrán.