El pasado 12 de diciembre se celebraron las visitas morenas. Religiosas siempre.

La visita a los altares de la Virgen de Guadalupe, “la Virgen Morena”, es para los mexicanos y potosinos todo un acontecimiento. Ayer se tuvo otra visita Morena. Esta más política.

La de la precandidata del partido presidencial a tierra potosina: Claudia Sheinbaum. Independientemente de los temas que haya platicado en su gira por el Altiplano potosino, como seguridad o crisis hídrica, hay varios puntos que la consentida de AMLO deberá considerar en sus próximas visitas y discursos en la entidad. Sus promesas incumplidas. En las casi 9 visitas que tuvo, durante la época de Juan Manuel Carreras, dos fueron los temas relevantes de su apoyo a San Luis: el Aeropuerto huasteco y la Ruta Alterna a la Carretera 57. Del primero, parece ser, que nada se puede reprochar. La obra se dará. De la segunda, casi todo, casi mucho. Se quedó en el tintero de sus palabras y la realidad se diluyó como tinta misma.

Los recursos federales nunca se vieron.

Y la crisis vehicular y de infraestructura de la zona metropolitana capitalina sigue creciendo y creciendo y creciendo. De menos Xóchitl Gálvez, su rival, lo tiene en el programa potosino. La diferencia entre la morenista y la del Frente, es que el mentor de la primera lo prometió. Ojalá lo retome.