Nadie reniega del uso de bicicletas u otros medios para la movilidad en grandes ciudades.

Son políticas que han venido a dar nuevas caras a las ciudades, mejorando su urbanismo y calidad de vida. Pero lo que se hizo en la capital potosina, concretamente, en el tramo de Terraza hasta Uresti sobre la Av. Carranza o en la Av. Himno Nacional llamada ciclovía, es una muestra de como no se deben de hacer las cosas.

Los resultados fueron catastróficos y nulos en cuanto a su pretensión. Sin planeación ni objetivo resultado, lo único que se logro fue un desplome en la economía, por ejemplo, de ese tramo de la emblemática Venustiano Carranza.

Desocupación de casi 70 locales y poco más de 160 oficinas, así como el consiguiente deslucimiento de su vida. La iniciativa privada ha tocado las puertas del ayuntamiento capitalino. Le corresponde analizar a plenitud y profundidad la solución tanto para dotar a la zona metropolitana de ciclovías en el lugar adecuado como para la reactivación de un sector económico severamente dañado por una pésima planeación. Nadie niega que haya sido con buena voluntad. Pero a veces los mejores deseos llevan a los peores resultados cuando no se piensa previamente.