La consolidación de MORENA en México se debe a esa fortaleza que, en los últimos años, la voz presidencial ha hecho sonar en sus estructuras. Internas y externas. San Luis no es la excepción. En los últimos años el partido presidencial ha sabido posicionarse y encontrar lugares donde empezar a explotar sus oportunidades políticas.

En 2018 se consolido con la coalición PVEM y PT, más los agregados pequeños.

Y en 2021 con la elección a gobernador, aunque separados con sus candidatos cada uno, posteriormente encontraron un vinculo que ha permitido a ambos acrecentar sus posiciones. Lo que si se debe reconocer es el trabajo de Morena en los últimos años. Por encima de muchos partidos. Entre sus “siervos nacionales” y el control absoluto de los recursos y apoyos federales han permeado el purpura. Si ayer escribimos sobre “las canicas” de jugadores a la Alcaldía, la competitividad; en este caso aplica también para la conformación de las fórmulas al Senado Morena-PVEM.

Gabino Morales, el tenedor de los poderes presidenciales en San Luis, junto a Rita Ozalia Rodriguez, la primer purpurada potosina, bien lo dijeron: aún no hay nada definido. Los nombres que conformen las formulas serán los que apuntalen las encuestas.

Son reglas presidenciales. El que “le entienda a esto”, las sabrá entender todas. Morena exigirá su mano en las posiciones.