Hasta los niños se la saben. Regla de oro. Básica. Imperdible.

¿Cuántas canicas traes si quieres jugar?

En términos financieros seria: ¿Cuánto traes? ¿Cuánto vales?

Pero vámonos por la primera. Nadie niega que nuestro sistema político-electoral -garantizado por nuestra leyes federales y locales-, permite la aparición, en una boleta electoral, a cualquier ciudadano que pretenda un puesto a través del voto directo. No importando sexo, religión, color o nivel académico. Solo con que cumpla con los requerimientos de edad y derechos a salvo. De ahí en fuera: bienvenidos, bienvenidas. Lo que si debería ser un requerimiento moral personalísimo de conciencia plena, mínimo, es tener tantita sensatez. Un examen de conciencia cívico-política.

Esa que nos frena para realizar alguna actividad dentro de nuestra prudencia, cordura y buen juicio de cómo, cuando, cuanto, donde y porque queremos hacer algo. En este caso, participar en una elección como candidato. Participar en política. Ayer en esta casa informativa, la presidenta del PAN, Verónica Rodríguez claro lo dijo:

“Queremos ganar la capital de San Luis Potosí… …coincido en que SLP merece continuar con el trabajo que se está desempeñando el día de hoy. Yo también coincido en que tenemos en Enrique Galindo un liderazgo que debemos de tomar en cuenta…”.

“Es un liderazgo competente, es un liderazgo competitivo.”.

“Estoy convencida que SLP capital merece al más competitivo...”.

Punto. Competitividad: ¿Cuántas canicas traen para jugar las y los demás?