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Acatar una resolución o el consuelo político mediocre...
00:03 martes 3 octubre, 2023
DESDE LA REDACCIÓN SLPMientras que el total de palabras prorrumpidas por Marko Cortes y Jesús Zambrano, líderes nacionales panista y perredista respectivamente, fueron de aplauso, reconocimiento, respaldo y “cheques electorales en blanco” a Enrique Galindo por su informe de gobierno el pasado viernes en su visita a la tierra, las del priísta Alejandro Moreno fueron también las de rechazar la notificación de destitución de Sara Rocha como Presidenta del tricolor. Vergonzoso.
Y con justa razón se pudo haber molestado. No venía a eso.
El Tribunal Electoral dictó una resolución y ni modo. ¿Quien es culpable?. No fue casual. Es el resultado de un desaseado y provocador procedimiento que -a vulgar y tramposo modo- Sara Rocha preparó, a fin de que los demás pretendientes a la dirigencia tricolor, como Edmundo Torrescano y Erika Velazquez, no pudieran inscribirse en su momento. Bajo argumentos tan ruines y perversos como negarles pagar cuotas atrasadas o no poder completar su expediente con documentos que el mismo PRI debía entregarles. El tribunal, por ello, ordena reponer el procedimiento y, por lo tanto, dejar inválido su nombramiento. Penoso. Y no porque sea algo nuevo que en materia electoral potosina no se haya dado. Sino que es el reflejo de un orgullo arrogante y sordo que no quiso escuchar opiniones constructivas, respetar acuerdos políticos, leer y entender las noticias locales de lo que pensaban y pedían sus compañeros de partido o, ya de menos, el análisis de expertos. De ahí entonces que sea más relevante y burlesco el fallo. Pensar que sus formas y procedimientos fueron políticamente correctos "por que tengo el respaldo del jefe Alito”, tuvo un costo. Costo que paga con una resolución judicial. Resolución que no tardará en ser remplazada por el dicho y orden de un papel que le nombre “Delegada en Funciones de Presidenta”. Consuelo político mediocre después de una orden judicial que se traducirá en un desacato a la autoridad, también.
Más ilegal y más penoso si cabe todavía. Alejandro Moreno lo dijo: “Sara se queda”.
Andale pues. ¿De quién será entonces responsabilidad?