Otro manto manchado vuelve a cubrir el recuerdo imborrable -y no por su gran paso- de Juan Manuel Carreras. Manchado por dos razones. La primera por un posible desvío de mas de 190 millones de pesos que su administración se gastó, entre otras cosas, en la compra de insumos para impresoras y papelería; y la segunda por tratarse de tintas.  La Contraloría General del Estado lo dio a conocer. Se trató de una compra de insumos dentro de los años 2017 al 2021 de insumos de computo y papelería a un sobreprecio que podrían dejar al descubierto una estela más de corrupción al interior de esta administración, que en los últimos meses se ha visto salpicada por el manchado recuerdo de actuares non gratos. Desde el mismo Carreras hasta algunos de sus subalternos. Entre toners para impresoras, papelería y materia de limpieza se repartieron jugosos contratos millonarios. Cuya evidencia más clara de que algo pudo haberse echo de manera irregular, es que recordemos: de los años 2020 al 21 la pandemia azotó y mandó a sus casas a cientos de trabajadores.

Por una parte. Y por la otra. Que los sobreprecios destacan en los contratos frente a precios cuyo valor comercial quedan muy por debajo de los estipulado en dichos documentos. Las vías de actuación serán las administrativas y las penales.

Ambas rúas las tendrán que recorrer quienes vayan y quieran limpiar su honra, si es que la tuvieron. Y de igual manera, ambas rutas deberán ser lavadas de las manchas que siguen entintando, de corrupto y negro, el recuerdo a un sexenio que tuvo la oportunidad de mancharse con el agua bendita de la gloria y que prefirió la mancha eterna del fracaso. Hasta el lunes…