Dicen los grandes teóricos del Derecho que para ser un gran legislador se necesita ser un gran jurista: el espíritu legislativo es precisamente el crear, modificar o eliminar el marco normativo de una sociedad. En la democracia eso no funciona: se elige a nuestros representantes según el número de votos que obtengan después de sus ofrecimientos. Así funciona. Es por ello que a veces -no siempre- acabamos arrepintiéndonos de todos nuestros pecados cuando vemos el actuar de nuestros votados o votadas. El día de ayer el Congreso local ofreció una capacitación introductoria a los 27 nuevos integrantes de la cámara potosina. Misma que impartió personal del Senado de la República, a fin de que las y los diputados potosinos, de menos, conocieran dónde iba a estar su silla. Concretamente, hoy hablaremos de las y los diputados potosinos de Morena, del Verde y del PT que engrosarán la siguiente Legislatura LXIV a partir del 15 de septiembre. Esta fuerza política la componen las ya experimentadas y experimentados que repiten en el cargo: Dulcelina Sánchez, Martha Patricia Aradillas, Cuauhtli Badillo Moreno y Héctor Serrano. Presentándose por primera vez ante el público: Tomás Zavala, César Arturo Lara Rocha, Jacquelín Jauregui Mendoza, Fernando Gámez, Diana Ruelas, Lety Vázquez, José Roberto García, Nancy García Martínez Rossana Hernández, Brisseire Sánchez, Luis Felipe Castro, Dolores Robles, Carlos Arreola, Gabriela López Torres y Emili Rosas. Ninguno acudió. De los primeros citados nos queda la esperanza de que mínimo ya saben cómo justificar sus incompetencias. Pero, ¿los segundos? De algunos conocemos su nombre. Del resto ni su cara. Ojalá su conocimiento legislativo no vaya a estar a discusión y por ello su inasistencia. Aun así, de todos los diputados de MORENA, VERDE y PT, cuya arrogancia y sobradez les dio el lujo de no asistir a una capacitación introductoria, esperamos que unos sabrán llegar a su oficina y que el resto no se vayan a perder. Mínimo. Por lo demás y el resto de estos tres años, nada extraordinario creemos que pase.