Pocas veces o hace mucho que no ocurría o no se recuerda en un hospital público se tuviera manifestaciones de pacientes. El día de ayer fue un hecho histórico y debiera ser trascendental: Un grupo de pacientes y derechohabientes del IMSS se manifestaron a las afueras de la Delegación de Av. Cuauhtémoc; sumándoseles, pasando los minutos, otros y otros más, cuyo grito fue directamente contra la delegada Cristina Rodríguez Nester. Le exigieron su salida, no solo de la oficina a que los atendiera, sino de SU CARGO. La actual situación en que se encuentra esta institución, dicen, es lamentable: Falta de espacios, de mobiliarios, medicamentos, recursos, insumos y pagos a los profesionales de la medicina que, sin parar, atienden a todo aquel que tenga la urgente necesidad de atención médica. Esto sin también sumar la enorme lista de espera para que alguna persona sea atendida. Solamente en la Clínica No. 2, la de Cuauhtémoc, hay casi 400 personas afectadas por todo ello: desde no poder solicitar una curita, porque no hay; hasta no poder ser operado de una cirugía. La situación es crítica.  Ya no solo es el Hospital Central. Se suman las instituciones que dependen del gobierno federal. Fue la política trazada, a ver si no los destroza.