Ayer se anunció la salida de un integrante más del gabinete estatal, la de Juan Carlos Valladares, titular de SEDECO, sumándose a la de Ignacio Segura de SEDESORE. Aspiraciones legitimas en búsqueda de una curul local o federal o coordinar campañas. De todo y para todos dan los procesos electorales. Funcionarios actuales -en los tres niveles de gobierno- que se separaran de sus cargos o no, la ley ya no les obliga, casi todos jugaran sus fichas. Sin experiencia muchos de ellos o con años trabajando otros tantos. La gran petición de parte de la ciudadanía y que gobernantes como Enrique Galindo lo han hecho, mínimo, publico es “que la administración y el gobierno no se detenga”. Para ello entonces la responsabilidad es de los mismos titulares. Quienes deben de nombrar en el relevo de los cargos dejados a los que cumplan a cabalidad igual o mayor con la encomienda pausada momentáneamente entre la licencia y el nuevo nombramiento. Los ciudadanos no tenemos la culpa de que las aspiraciones de unos, debilite el gobierno y la administración pública para el resto. Si se van a ir adelante, pero que no se descuide lo más importante: la garantía de gobierno estables que no se distraigan en el tormentoso procesos electoral que ya nos irrumpe.