No solamente en los municipios -sobre todo el de la capital potosina- brotan las anomalías de basificados en corto tiempo o “aviadores” de viajes redondos jugosamente remunerados. Ahora es en gobierno del estado a donde se deben de girar los cañones de más daños en perjuicios de los potosinos. Más de 70 “aviadores” han sido detectados en las recientes pre-conclusiones y revisiones de la entrega-recepción del gobierno estatal. Nombres -hombres y mujeres- cuya diferencia entre aquellos que estaban dados de alta y solo acudían los 15 y 30 a cobrar, era que estos -dice Torres Sánchez, secretario general de la administración de Gallardo- ni enterados. Ni enterados. Todavía peor. Pues la receta del “aviadurismo” mucho descansa en que los “pilotos” son favorecidos con este cheque o por prebendas políticas, o compromisos o ataduras. No necesitas ir, tu pago saldrá. Hay un beneficiario sin un trabajo realizado. Igual de ilegal. Los casos denunciados en estas revisiones al gobierno de Carreras van dirigidos a que son recursos que “se registraban” y “se cobraban”. Ellos o ellas, los titulares de “la pista de aterrizaje”, no. Se trata entonces de una estafa cuyo protagonista gozaba de “las bitácoras de vuelo” sin rendir parte a “la torre de control”. Y si bien es cierto estos casos ya no sorprenden, lo que asquea es que entonces con esto se entienda porque el gobierno de Juan Manuel Carreras sea también calificado, entre otras pésimas razones, motivos y circunstancias, como el gobierno del nulo combate a la corrupción.  Nulo. Hasta mañana…