El incidente, ataque o equivocación que sufrió la alcaldesa de Tampamolón, Silvia Medina, debe volver a poner en alerta el tema de la inseguridad que apunta a servidores públicos.

Y de cualquier nivel.

Igual una visita presidencial como los días y noches del Gobernador, Diputados, Alcaldes y Alcaldesas.

El que a su paso vehicular le hayan arrojado ponchallantas con el fin de detener su tránsito para otra acción posterior o que los autores del hecho no se fijaran de quién se tratara, en ninguna circunstancia es cosa menor.

El resultado pudo ser peor.

No es el primer Alcalde o Alcaldesa que sufre un ataque, Tancanhuitz es el más trágico ejemplo, y entonces se denota ya una continuidad, sobre todo en la huasteca, el objetivo: las y los ediles.

Los niveles de gobierno con mayor capacidad de prevención y reacción deben prender alarmas.

El gobierno federal en coordinación con el estado tienen un gran problema.

La inseguridad sí, pero también la inseguridad a funcionarios públicos, donde lo que se busca es o cobrar deudas o desestabilizar gobiernos.