Este fin de semana el poder presidencial mexicano -AMLO el saliente y Claudia la entrante- volvió a visitar tierra potosina -quizá su última gira juntos en SLP- y no precisamente en la capital. Decidieron que fuera en la tierra de sus consentidas, de ambos: la Huasteca Potosina. Los trabajos de la Carretera Valles-Tamazunchale y la “cesión de trastos” del Jefe político actual a quien será su sucesora, fue el escenario perfecto para que lucieran las dos huastecas más poderosas del escenario político nacional y estatal: las hermana Rosa Isela y Rita Ozalia Rodríguez. La primera, actual Secretaria de Seguridad y a partir de octubre Secretaria de Gobernación; la segunda lideresa máxima de Morena en San Luis Potosí. Una será la encargada de la política interna del país; otra de la política “tetradinamica” del estado. Menudas tareas y menudas cercanías. El evento, típica visita presidencial, estuvo plagada de lo clásico: gritos, porras y discursos. Claudia, envuelta en los tejidos clásicos tenek, y Rosa Isela, con el inconfundible acento huasteco, se llevaron el día. A la primera le gritaban: “¡Presidenta!, ¡Presidenta!, ¡Presidenta!”, al mismo tiempo que en su discurso dejó claro lo que para San Luis vendría de la mano con Morena y sus responsables locales. Y lo inesperado, lo que nadie vio venir fue el grito pre-consagratorio: “¡Gobernadora!, ¡Gobernadora!, ¡Gobernadora!”. En esta ocasión no fue a quien la dirigencia del partido Verde local destapó esta semana para ser su candidata en 2027. Acciones con las que habrán que pensar cada fuerza politica. Ya que aunque en lo nacional y legislativo Morena-Verde y PT son aliados, para el caso del estado no ha sido así. El trepidante sonido fue para Rosa Isela. Quien no tuvo más que sonreír, saludar a todos los del templete y recibir el abrazo -visiblemente advertido por todas y todos-, cariñoso y afectivo del poder presidencial: el de Andrés y el de Claudia.

Abrazos que abrazan.  Hubo otros, pero fueron solo políticamente correctos. El último acto bi-presidencial en la capital tuvo un detalle que marcó la política potosina: el abrazo a Rita Ozalia de parte de la próxima presidenta de México al paso veloz que solamente el interés amoroso despierta en la prisa El abrazo del pasado viernes cerró igual. Si Andrés Manuel abrazó a Rosa Isela al término de su discurso dejando más claro aún sus afectos y protección a la funcionaria federal, Claudia hizo lo mismo al término del evento: volvió a llevarse los rumores, provocar temores y muchos flashazos abrazando, otra vez, a Rita, dejando ver que es de sus consentidas y que forman de hace años un grupo de mujeres poderosas junto a perfiles como Bertha Luján, Beatriz Gutiérrez Muller, las hermanas Rodríguez y Ernestina Godoy quienes serán las que definan puntos importantes para México en los próximos años. Así fue la crónica de los abrazos presidenciales a las hermanas huastecas Rodríguez Velázquez: cero y van dos…  Hasta mañana