A casi la mitad de su labor legislativa, la actual LXIII no ha podido cambiar lo que en los casi últimos 20 años la sociedad potosina en general hemos visto del Poder Legislativo: lo peor de lo peor. Los partidos políticos se empeñan en palomear como sus candidatos a -casi siempre- personajes -hombres y mujeres- impresentables, impreparados, improvisados, ignorantes, chamberos y acomodaticios, que lo único que reflejan es tanto su nivel personal como el de la clase política local. Una vergüenza. Congreso Calificado presenta la sexta evaluación a esta legislatura y los resultados son deplorables. De los 27 legisladores solo uno aprueba con calificación de 9.7, el panista Juan Francisco Aguilar. Los siguientes cuatro (si queremos evidenciar los primeros 5, que no por ello están todos aprobados) son el también panista José Ramón Torres con 5.8, José Antonio Lorca Valle de Morena con 5.5, Alejandro Leal del PRI y Emma Saldaña de Movimiento Ciudadano. Los siguientes también conforman la desafortunada continuación de una historia legislativa que no ha salido de la que hemos conocido en los últimos años y que tampoco nos sorprende. Sorprenderá, al contrario, cuando empiecen a verse nombres con altura digna de su puesto y cargo. Cierran este listado en los últimos 3 lugares aquellos que obtuvieron calificación poco alentadora e inclusive por debajo del cero: Salvador Isaías Rodríguez del PT con .90, Edgar Anaya Escobedo del PVEM con -0.15 y Mauricio Ramírez con -0.51 En conclusión, todas y todos se envuelven en la mediocridad de lo que bien pueda pasarles cada 15 días que cobran su jugoso salario, esperando que los próximos comicios la veladora que prendieron no se apague. Hasta mañana…