Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
El poder se recicla y la dignidad estorba
00:10 martes 16 diciembre, 2025
Colaboradores
DESTITUCIÓN DE CONCEJALES. Hay decisiones políticas que no sorprenden, pero aun así indignan. La destitución total de los concejales de Villa de Pozos cumple ambas condiciones. No es menor que el Congreso haya removido, de golpe y por consenso, a todo un cuerpo de gobierno municipal, incluidos suplentes. Eso no habla de eficiencia institucional; habla de un municipio convertido en experimento, botín y moneda de cambio. Si para “ordenar” Pozos era necesario borrar todo y empezar de cero, la pregunta incómoda es otra: ¿Quién permitió que llegáramos a este nivel de descomposición?
El discurso oficial insiste en el “acuerdo institucional”, en la complejidad del caso, en la necesidad de evitar vacíos administrativos. Lo que no se dice es que Villa de Pozos nunca dejó de ser un territorio en disputa, administrado más por cuotas políticas que por un proyecto de gobierno. Aquí no hubo evaluación pública de resultados, ni rendición de cuentas clara. Hubo una negociación cerrada, en corto, donde todos los partidos ganaron, menos los ciudadanos. Cuando las decisiones se toman por unanimidad entre cúpulas, suele ser porque nadie quiere que se mire y se cuestione demasiado.
Y en ese reacomodo aparecen los nombres incómodos. La llegada de perfiles ligados al poder capitalino refuerza la percepción de que Pozos funciona como caja de favores y extensión de pactos mayores. No hace falta ser incisivo; basta con recordar antecedentes públicos, polémicas conocidas de altercados y silencios oficiales que nunca se aclararon. Aquí no se discute legalidad, sino legitimidad. ¿De verdad este municipio necesitaba más operadores políticos y menos servidores públicos con verdadera carrera y experiencia probada?
LODAZAL. Mientras tanto, las y los poceños seguirán atrapados en el mismo lodazal: servicios precarios, decisiones tomadas lejos de su realidad y un gobierno que cambia de rostro, pero no de lógica. Villa de Pozos nació como el municipio joven de San Luis Potosí y hoy carga con vicios viejos: el reparto, el amiguismo y la simulación. La destitución masiva no es un punto final, es un síntoma. Y si no se rompe esa dinámica, el próximo “consenso histórico” se manifestará en las urnas, con aún más desprecio ciudadano que el de costumbre.
¡Hasta mañana!