La primera visita presidencial del año, en la representación de la titular de la SEMARNAT, María Luisa Albores, con el fin de sentir el ambiente de San Luis Potosí, deja mucho que analizar. Y no vino a ver el ambiente terrenal de la Sierra de San Miguelito, la gran bandera de protección del Presidente López Obrador al medio ambiente nacional. Sino el ambiente político-social que su declaratoria de hace unas semanas levantó. Mucho se ha escrito y dicho de esta franja de la parte sur de nuestra zona metropolitana capitalina. Desde sus antecedentes históricos hasta las cuantiosas sumas millonarias que representa, tanto para sus tenedores como para sus compradores, los desarrolladores inmobiliarios. Pasando por las interminables paginas también de estudios ecológicos y el catalogo de las especies que en ella habitan. 

Descansando todo ello en la pregunta primaria: ¿Dónde debe ser zona de protección ambiental?. El interés legítimo de los comuneros y la libertad y derecho sobre sus tierras frente al interés publico que para el ejecutivo representa, librará una batalla entonces, que sin duda terminara en tribunales federales para darle la razón a quien lo tenga.

Por una parte. Y por otra, provoca también una gran inquietud jurídica y política -más la primera- el Acuerdo de Coordinación para la Administración Manejo y Vigilancia del Área de Protección de Flora y Fauna de la Sierra de San Miguelito, firmado entre el Ejecutivo Federal y el Estatal para fortalecer dicho decreto presidencial.

¿Teniendo en trámite juicios de amparo y suspensiones concedidas a los comuneros que sienten violentados los derechos sobre su propiedad y su disposición?

Suponiendo sin conceder, como dicen los juristas, que los juicios de amparo son desechados o no se concede la protección de la justicia federal. No pasa nada. 

¿Y si no? ¿Si se le concede la razón a los ejidatarios?

Y no por que un convenio no pueda ser revocado en caso de. Se puede hacer. ¿Pero para que adelantarse? El ambiente en la Sierra de San Miguelito se calentará y no por los incendios que a veces la consumen.  Hasta mañana…