Los focos de interés de los grupos delincuenciales son variados pero específicos por su naturaleza y pretensión.

Los expertos hablan de su intromisión en colonias populares de rangos sociales medios bajos donde es más fácil el convencimiento financiero. La luminosidad de los que delinquen contrasta con las necesidades en la que estos sectores viven día a día.

Otro de estos bastiones son las entidades académicas de nivel medio superior y superior. Siendo éstas últimas las más “jugosas” y rentables.

La gran variedad de sectores de la población que se entremezclan en las Universidades y Tecnológicos, publicas, sobre todo, se convierten en un punto neurálgico para el mercado y consumo de sustancias prohibidas.

De la mano con esto entonces se dan nichos de violencia latentes pero dormidos, como volcanes activos.

Que en cualquier momento puede detonar en situaciones de violencia de pronóstico reservado.

Si dichas instituciones no refuerzan sus sistemas de seguridad, de accesos e ingresos a sus campus, se pueden dar situaciones impensables e inenarrables.

Ya se han dado, en grado discreto pero acontecido.

La UASLP es uno de estos volcanes.

Están a tiempo sus autoridades.

Hasta mañana…