Podrán criticar a los que se cambian de un partido a otro. Lo falso es que se critiquen entre mismas políticas y políticos. De ahí surgen los mayores y más duros señalamientos. Nada más falso todavía.

Como si la honradez, dignidad, valía y palabra fuera la etiqueta de -casi- todas y todos. Hoy en día el que un rojo se vaya al verde o un amarillo al naranja no tiene absolutamente nada de extraordinario cuando los motivos son personales o el señalar nombres y responsables de la debacle de sus partidos de origen. De ahí no pasan. Y tampoco hacen ni hicieron nada mayor para desterrar los males de sus partidos de origen. Los dejan seguir y prefieren salir. Esta semana la llegada de la ex diputada -quien también ya pasó por el PAN, el Verde y Morena- Vianney Montes Colunga a Movimiento Ciudadano representa la continuidad en los errores que el blanquiazul ha tenido en los últimos 15 años cuando llegó a su dirigencia Xavier Azuara. Lo señaló en la ultima campaña y por eso se fue.

Sus pecados partidistas -como las y los que lo han hecho también- los pagara en su experiencia ahora en el “movimiento naranja” y lo que logre. A este arribo se suma la fotografía –“dinámica” estampa- del senador panista Marco Gama con el líder nacional naranja, Dante Delgado, en la sobremesa de algún restaurante cercano al Senado de la Republica, en donde son vecinos de curul. Primer punto y nada descabellado. “No hay amor sin interés”.

…y pudiera suceder, ¿Quién sabe?

O la fotografía de los legisladores locales: el del blanquiazul Juan Francisco Aguilar con el verde José Luis Fernández, donde poco faltó giraran las invitaciones para el bautizo y padrinazgo del hijo de uno de ellos. Del tema naranja y Marco Gama, lo interesante es analizar las negociaciones de tu a tu con su par Delgado. La dirigencia puede ser.

¿Y a corto plazo?. Un voto mas a la bolsa naranja y por lo tanto a lo poco que vive de la oposición. Y lo segundo y “dinámico” dentro de su nombre mismo. La cantidad de nombres que en las últimas semanas se han ido sumando al espectro naranja potosino. Es cierto que unos mas presentables que otras. Pero ¿quién avienta la primera piedra?. Para los ciudadanos y prensa el brincar de un color a otro no es nada nuevo. A fin de cuentas, lo que buscamos son perfiles de categoría, preparación, responsabilidad y sentido social que les permita cumplir con su encomienda. Solo eso. Y entre políticas y políticos podrán tener el cinismo superior dentro de su falsa autocritica y poca honradez de crucificar a Mauricio Ramírez, a Ricardo Villarreal y a Vianney Montes de cambiarse de color como pestañear.

Volvemos a preguntarles a casi todos y todas, algunos se salvan:

¿Quién tiene calidad moral y no solamente para aparentar respeto a sus ideologías coloreadas de conveniencia? Hasta el lunes.