No conforme con hacer publica su molestia -y necesidad- por verse vapuleado en la reducción de su ingreso por la inmensa cantidad de casi 10 mil pesos, de los 104 mil que recibe mensualmente como Diputado, Rubén Guajardo apeló, primero, al tribunal electoral local y posteriormente a la Sala Regional de Monterrey. El argumento confirmado es el mismo.

Primero, el estaba presente cuando se decidió dicha reducción al sueldo de los diputados; y por lo tanto, segundo, cuando presentó su impugnación estaba fuera de tiempo.

Ósea, quiso “fingir demencia” y tiene malos abogados. En todo el caso la vergüenza es la misma y el dueño uno solo: Rubén Guajardo.

Es increíble que aun y que esta en su 3er diputación, con sueldos increíbles, con un trabajo legislativo y político de vergüenza y comentarios y señalamientos de convertirse en “gestor” de las cuotas panistas en las votaciones trascendentales del gobierno de Carreras con la anterior legislatura, todavía tengan la miserabilidad de exigir 10 mil pesos.

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Después de la resolución del tribunal federal, en que de las mas de mil 900 concesiones de taxis que se van a entregar el 50% mas una sea para mujeres, que la lideresa de mujeres taxistas reconozca que no lleguen a 300 “mujeres de volante”, la tarea para el gobierno será como rellenar y de qué manera completar las 600 faltantes.

Interesante será entonces darle seguimiento. Hasta mañana…