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Trump busca que la Suprema Corte de Justicia cambie la interpretación de la Enmienda 14, que garantiza la ciudadanía a todo niño nacido en EU
00:02 miércoles 14 mayo, 2025
Colaboradores"¿Quien es un ser humano?", "¿quién es un estadounidense?" Son preguntas tan viejas como Estados Unidos, con respuestas que han variado con los tiempos, pero siguen en el aire y evolucionado junto con la sociedad estadounidense, a lo largo de su vida independiente. La primera discusión evolucionó de la idea de cuestionar la humanidad de afroestadounidenses, indígenas o migrantes en general a ser parte importante de la polémica en torno a la libertad de aborto: ¿en que momento el feto se convierte en ser humano? El otro se refiere a los inmigrantes. Después de todo las caras y la cultura de los que desean llegar a Estados Unidos han cambiado con el tiempo y de europeos anglosajones pasaron a europeos mediterráneos y del este a latinoamericanos, asiáticos y africanos. Los cambios son parte del "choque de civilizaciones" que proclamó en su momento Samuel Huntington. En parte, el debate en torno a quien es un estadounidense tiene que ver con la inmigración sin documentos y en especial con los niños nacidos en territorio de ese país, pero de padres con residencia irregular. De hecho, el gobierno del presidente Donald Trump busca actualmente que la Suprema Corte de Justicia cambie la interpretación de la Enmienda 14, que garantiza la ciudadanía a todo niño nacido en territorio estadounidense. De acuerdo con el fallecido periodista y analista político, Howard Fineman, autor del libro The Thirteen American Arguments (Los trece debates estadounidenses), la duda se aplica en gran medida a que grado de protección legal tienen las personas que viven en territorio de EU sin ser ciudadanos estadounidenses y es quizá más agudo en la región fronteriza de Texas. Lo cierto es que a través de la historia ha sido normal que la ola más reciente de inmigrantes en Estados Unidos sea la primera en tratar de cerrar la puerta a la siguiente: a los ingleses no les gustaban los alemanes, que a su vez rechazaban a los irlandeses. Estos se oponían a la llegada de italianos, que al establecerse se manifestaban contra los chinos/japoneses. Y en algunos casos, las anteriores oleadas de inmigración hispana han estado entre las principales fuentes de críticas a la entrada de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos. La situación se complica por el tono xenofóbico presente en las posturas políticas del gobierno del presidente Trump y las demandas de sus seguidores. Para muchos analistas, Estados Unidos se encuentra en uno de los periodos más políticamente polarizados de su historia, prácticamente sin diálogo entre los grupos opuestos y en alguna medida por el estilo de gobierno de Trump, que reclama haber obtenido un mandato extraordinario en las elecciones de 2024. Y de acuerdo con esa tesis, la idea fundamental es controlar la entrada de indocumentados y la seguridad fronteriza, aunque otras prioridades sean desatendidas. POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE