El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue dado de alta el martes de un hospital de Orlando, Florida, donde había sido ingresado el lunes por una adherencia abdominal como consecuencia de las cirugías a las que se sometió después del atentado que sufrió en 2018, informó una fuente cercana a su familia. Bolsonaro, que voló a Florida 48 horas antes de terminar su mandato, fue hospitalizado un día después de que cientos de sus partidarios entraran a edificios del gobierno en la capital, Brasilia. Bolsonaro fue tratado por dolores intestinales relacionados con la puñalada y su médico dijo que no era grave la situación. Jair Bolsonaro publicó el lunes en su cuenta de Twitter una foto donde explicaba su estancia en el hospital de Florida. “Después de la puñalada sufrida en el municipio Juiz de Fora fui sometido a cinco cirugías. Desde la última, dos veces tuve adherencias que me llevaron a otros procedimientos médicos”, publicó Bolsonaro. Por el mismo motivo, explicó el mandatario, “se presentó una nueva adherencia” que lo llevó a ser “hospitalizado en Orlando”, ciudad a la que llegó el pasado 30 de diciembre, dos días antes de dejar el cargo. En la foto, se le ve a Bolsonaro con catéteres en los dos brazos para recibir suero y medicación y con canilleras especiales en sus piernas, aparentemente para tratarse de problemas circulatorios que llegaron a ser comentados durante la campaña electoral. La esposa del exgobernante, Michelle Bolsonaro, ya había señalado en redes sociales que su marido está “en observación” en un hospital de Estados Unidos por una “incomodidad abdominal”. Y su hospitalización coincide con el frustrado intento de golpe de Estado de este domingo, donde miles de sus seguidores más radicales en Brasilia invadieron y vandalizaron las sedes del Parlamento, la presidencia y la Suprema Corte durante cuatro horas y media. --

Con información de Latinus