Vínculo copiado
México 2024...
00:03 viernes 17 mayo, 2024
Colaboradores¡La economía mexicana vive un tutti frutti de variantes que hacen muy complejo su análisis, atrapada entre los vaivenes políticos y las proyecciones económicas, algo que debemos tener claro es… la cruda electoral. El crecimiento actual, impulsado por el gasto gubernamental y la inversión en infraestructura, puede ser un espejismo temporal, no me lea desde la posición alarmista y negativa, analice información real para confirmar cómo los datos (los buenos, no los famosos “otros”) respaldan esta preocupación.
En cada promesa de campaña y con la urgencia de posicionarse en cada candidatura, es incómodo ver cómo la mayoría de propuestas se centran en REGALAR, transformado en APOYO, un dinero de todos que no produce, se gasta a discreción y condiciona la economía hasta puntos en los que se considera un DERECHO sin haber valorado quién tiene la OBLIGACIÓN. Entiendo la necesidad, pero ese dinero sale de proyectos en los que SALUD, SEGURIDAD, EDUCACIÓN, ENERGÍA Y EMPRENDURISMO, ven un “tocado y hundido” ante la imposibilidad operativa por falta de capital.
Mientras tanto, vivimos una pequeña burbuja con proyecciones hacia un fuerte crecimiento en la primera mitad de 2024, las señales de advertencia son claras al analizar la inversión pública. Seguramente coincida conmigo en que esta ola de gasto electoral, no puede sostener el impulso económico indefinidamente, creando una incertidumbre política ante lo que las fluctuaciones en la economía global, especialmente desde Estados Unidos, representan como riesgos significativos para la estabilidad económica.
Quiero centrarme en la fortaleza económica que deriva de un cambio significativo en la política fiscal, no escucho propuestas de formalización económica, regularización de la informalidad, programas e incentivos para fiscalizar y obtener recursos; algo que bien podría venderse como una expansión que contrasta fuertemente con años de austeridad previa. Esta expansión plantea preguntas sobre la sostenibilidad a largo plazo y la capacidad del gobierno para mantener la estabilidad económica en el futuro.
El equilibrio de riesgos, con factores tanto internos como externos que podrían influir en la dirección de la economía mexicana, abren puertas de oportunidad hacia el ya famoso y no consolidado nearshoring. Sé que es otro tema, pero en el collage de necesidades aún no se presta la debida atención a la coyuntura política en Estados Unidos, otra capa adicional de incertidumbre a un panorama ya turbulento.
Lejos de promesas y destaques políticos, urge que las autoridades económicas actúen con prudencia y previsión. La implementación de políticas sólidas que fomenten la inversión privada y promuevan un crecimiento sostenible es esencial para mitigar los riesgos a corto y largo plazo. La incertidumbre siempre será un factor en la economía, pero la preparación y la acción proactiva pueden ayudar a reducir su impacto negativo.
Todos somos conscientes de cómo la economía mexicana enfrenta desafíos significativos. La resiliencia económica del país será probada por su capacidad para navegar con éxito estos desafíos, adaptándose a las circunstancias cambiantes y promoviendo un crecimiento inclusivo y sostenible. #GlobalMedia #Economia #México