A once días de la detección en Sudáfrica de la nueva variante de covid-19, nombrada ómicron, el debate sobre la eficacia de las vacunas se aceleró y las farmacéuticas ya analizan adaptar sus fármacos. Mientras los países cortaban las conexiones aéreas con el sur de África por temor a una nueva oleada mundial del coronavirus, los científicos se apuraban a recopilar datos sobre ómicron. En entrevistas, los expertos dijeron que la variante puede ser más transmisible y más capaz de evadir las respuestas inmunitarias del organismo. Es posible que las vacunas sigan evitando la enfermedad grave y la muerte, aunque pueden ser necesarias dosis de refuerzo, discuten. No obstante, los fabricantes de las dos vacunas más eficaces, Pfizer-BioNTech y Moderna, se están preparando para reformular sus vacunas. “Realmente tenemos que estar atentos a esta nueva variante y prepararnos para ella”, dijo Jesse Bloom, biólogo evolutivo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle. A pesar de las restricciones, el virus se ha encontrado en casi cuatro decenas de países, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Ayer, Estados Unidos anunció tres casos más de ómicron, y Chile confirmó el primer caso de la variante detectado en su territorio. La propagación de ómicron, que triplica el riesgo de contagios que representa la variante delta, se acelera en el mundo. En sólo 36 horas desde los primeros signos de problemas en Sudáfrica, los investigadores analizaron muestras de 100 pacientes infectados, cotejaron los datos y alertaron al mundo, dijo Tulio de Oliveira, genetista de la Escuela de Medicina Nelson R. Mandela de Durban. Una hora después de la primera alarma, los científicos sudafricanos también se apresuraron a probar las vacunas contra la nueva variante. Ahora, decenas de equipos —incluidos los investigadores de Pfizer-BioNTech y Moderna— se han unido a la carrera. Los resultados no se conocerán hasta dentro de dos semanas. Especialistas afirman que las vacunas de ARNm fueron hechas con una tecnología que permite una rápida modificación. Los científicos de Pfizer “pueden adaptar la vacuna actual en seis semanas y enviar los lotes iniciales en 100 días en caso de una variante que escapa a la vacuna” que eluda el sistema inmunológico, dijo Jerica Pitts, una portavoz de Pfizer. Moderna podría actualizar su vacuna actual en unos dos meses y tener resultados clínicos en unos tres meses si fuera necesario, dijo Stephen Hoge, presidente de Moderna. Y en medio de la alerta mundial, Ntsakisi Maluleke, una funcionaria de salud sudafricana, afirmó que el aumento de ingresos hospitalarios infantiles debido a la ómicron no es motivo de pánico. Aunque dijo que de los mil 511 pacientes positivos de covid en hospitales de la provincia Gauteng, 113 son menores de nueve años, una proporción mayor que durante oleadas anteriores de la infección. --

Con información de Excélsior