Luego de tres días de trabajo académico e intelectual, la noche del viernes concluyó con éxito la decimoséptima edición de las “Jornadas Internacionales sobre Historia de las Monarquías Ibéricas: una mirada desde la historia ambiental”, un seminario organizado por la Universidad Autónoma de Zacatecas, en coordinación con otras importantes instituciones educativas de México y el extranjero, como el Colegio de San Luis, el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el Conacyt y la Red Columnaria – Nodo América Hispánica Septentrional.            Previo a la clausura del seminario, se realizó un breve panel de conclusiones del evento, a cargo de los especialistas Juan Carlos Ruiz Guadalajara, Daviken Studnicki-Gizbert y Gibran Bautista y Lugo. Hay un elemento importantísimo en algunas ponencias, es que la mayoría de los trabajos que estamos haciendo, se refieren a un periodo preindustrial, que incluso dentro del periodo industrial, lo que consideramos los siglos XIX y XX, habrá que considerar lo que se ha denominado la gran aceleración. Que viene de la década de los 70s, así que estamos inmersos en unos procesos completamente inéditos, pero que la historia nos ayuda a reflexionar. Lo único que me interesa establecer en este punto, es que el intercambio de plantas, de gérmenes, las transformaciones ambientales, las dislocaciones, los ecosistemas, la transformación de paisajes, no nació con la edad moderna, sin embargo, adquirió características preponderantemente poderosas, con la primera globalización, que encabezó la proyección de los mundos ibéricos. Gibran Bautista y Lugo, por su parte, recordó que del año 2004 a la fecha “hemos transitado en un proceso de descentramiento, nos estamos descentrando de esa última agencia que nos queda, que era preponderancia de lo humano frente a todos los demás aspectos que lo rodean, es una cosa que hemos estado reflexionando durante estos tres días”. Y a modo de conclusión, dejó lo que él llamó, “tres ideas simples”: La idea de acción, frente a agencia. “Que creo que es mucho más productiva. La idea de ambiente como dinámica, como convergencia y conflicto de interacciones, que generan espacios, que se convierten en territorios, que se confrontan tiempos, que después se vuelven periodizaciones, bueno, la acción como acciones involuntarias o acciones como un propósito, cuyo efecto final no se conoce, y entonces queda fuera del control, que se vuelven prácticas reiteradas, que después se vuelven regulaciones o autorregulaciones, como se las quiera llamar, y solo en ocasiones se transforman en convenciones”. El ambiente entonces, dijo Bautista y Lugo, como complejidad en distintos estratos, escalas y dimensiones, en las que las sociedades están inmersas, y no fuera, sino que dentro de este ambiente están las sociedades humanas. La necesidad de cada cruce de puentes, a diversas estrategias metodológicas, de enfrentar el estudio del desequilibrio, desde la perspectiva ambiental, a partir del equilibrio historiográfico y del cruce de interdisciplina, que es fundamental, para podernos relativizar: edad de hielo, frente a imperialismo ecológico, etcétera. Un tercer aspecto es que, como parte de esa necesidad, señaló el historiador, de construir cada vez de forma más equilibrada nuestro conocimiento con respecto al pasado y al pasado global, en el sentido socioambiental, incorporar de manera clara y sistemática, la necesidad de incorporar los saberes locales, y no solo la acción corporativa, o la acción determinada por una autoridad cualquier nivel, sino la importancia de que son los saberes locales en donde está la veta y el tesoro para entender cómo funcionaban en el pasado, y cómo funcionan en el presente. Finalmente, se produjo la ceremonia de clausura y proyecciones de futuro sobre las “Jornadas Internacionales sobre Historia de las Monarquías Ibéricas: una mirada desde la historia ambiental”, con un agradecimiento final a todos los asistentes nacionales y extranjeros, de Ángel Román Gutiérrez, en representación de la Universidad Autónoma de Zacatecas, así como los coordinadores generales de la “Red Columnaria”, José Javier Ruiz Ibáñez y Gaetano Sabatini. Los invitados nacionales y extranjeros se congratularon por su parte, con las atenciones recibidas y la excelente organización alcanzada por la institución anfitriona, y particularmente con los investigadores y académicos de la UAZ, Juana Elizabeth Salas Hernández y Margil de Jesús Canizales Romo.