Vínculo copiado
El portero de Santos, formado en el equipo de La Laguna, supo desde niño qué posición jugaría de por vida
14:02 jueves 14 abril, 2022
Deporte Nacional e InternacionalDe niño, Carlos Acevedo vio como aficionado a Guillermo Ochoa y Oswaldo Sánchez. Con el paso de los años fue su recogepelotas y en los más recientes momentos ha tenido la oportunidad de compartir vestidor con ellos en la Selección Mexicana. Ambos aconsejaron al joven cancerbero de 25 años. En la concentración me tocó un buen rato platicar con él (Memo Ochoa). Me quedé muy sorprendido con esa sencillez que tiene. Me dijo que siempre cuando fuera a la selección a él le gustaría compartir las cosas positivas, dejar a un lado esos egos que alguna vez existieron en el pasado. Me quedo con esa sencillez y calidad humana de Memo de decir que cuando me tocara compartir con él iba a ser puros buenos consejos y puras cosas positivas, y fue mutuo. “Le dije que iba con la intención de sumar a esa buena vibra, de darle confianza y decirle que hay un chavo que se llama Carlos Acevedo y que lo admira y que le gusta competir sanamente contra él, pero siempre dejando las cosas bien claras de que hay una amistad, que hay cosas positivas y de que hay buena vibra entre él y yo”, comentó en entrevista para Excélsior Digital. Asimismo, expresó que Ochoa quiere ayudar a la gente nueva y transmitirle esa experiencia que ha ganado. "Me llena de mucho orgullo que me haya tocado a mí, entonces, como esponja, absorber las cosas positivas y obviamente las cosas negativas que alguna vez ellos hicieron, inclusive me las contaron para no hacerlas, para no caer en ese mismo error. Me quedo con esas cosas positivas que me dijeron”, dijo Carlos Acevedo. El portero debutó en 2021 con la Selección Mexicana en un amistoso contra el combinado de Chile, encuentro que terminó con empate a 2-2. Contrario a la mayoría de los niños que piden jugar en la delantera para anotar muchos goles, el originario de Torreón siempre tuvo en la mente ser portero. Desde los cuatro o cinco años empezó a jugar en el colegio y desde ahí comenzó su romance con la portería. Me enamoré del arco, de la posición, por el tema de los guantes, de los uniformes, de ser un poco diferente dentro del arco y nunca lo dejé. Siempre he sido un arquero desde niño”, recordó. EXCELSIOR