Carlos Escobedo Uribe cardiólogo e internista, docente en el área de soporte vital y propedéutica de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), consideró como cada vez más frecuente la hipertensión en el país, especialmente en adultos jóvenes, esto relacionado con varios factores como el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo, y factores psicosociales como estrés o estados de ansiedad prolongados. El especialista dio a conocer que la hipertensión arterial es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en el país, en la actualidad alrededor de 30 millones de mexicanos la padecen, “estamos hablando que uno de cada cuatro mexicanos es hipertenso y la mitad de estos lo desconocen”. Escobedo Uribe mencionó que se le ha denominado como la “asesina silenciosa”, causante de problemas como: infarto al miocardio, eventos vasculares cerebrales, insuficiencia renal, problemas de la vista, entre otros. El docente universitario, citó que, en la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en México y el mundo; la hipertensión al ser uno de los factores de riesgo más comunes en la población, es un problema sumamente importante, y más frecuente en la población que la diabetes y el tabaquismo. Acerca del porqué en tantos casos se desconoce el diagnóstico, señaló qué hay ausencia de síntomas en muchas de las personas, es decir, una persona puede tener una presión sistólica de 150 milímetros de mercurio y no tener ningún síntoma. También consideró como otra causa, la falta de cultura preventiva en la población para realizarse una evaluación anual sobre su estado de salud. “Es importante reconocer que la obesidad es uno de los problemas de salud más importante del país y está relacionado con la hipertensión, entonces es importante la prevención, evitando estilos de vida dañinos como el consumo de cantidades altas de carbohidratos, grasas saturadas, sedentarismo, tabaquismo”. Invitó a la población acercarse a los servicios de salud. Sugirió en los adultos, por lo menos una vez al año para tener una evaluación y recomendaciones sobre un estilo de vida saludable, y también para detectar problemas como hipertensión, diabetes, elevaciones de colesterol y triglicéridos que muchas veces pueden pasar inadvertidas por la falta de síntomas.