La Comisión Reguladora de Energía (CRE) pretende topar las tarifas de gas natural en México con base en la rentabilidad de las empresas distribuidoras, en busca de ampliar la cobertura de este combustible, aunque el sector expuso ya los riesgos que esto implica. Con un anteproyecto de regulación vertido en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), el cual está en proceso de ajustes, la CRE pretende cambiar de un esquema de tarifas máximas basado en planes de negocios, inversiones y eficiencia en el servicio, a uno donde los precios sean establecidas por los costos de operación más una rentabilidad máxima garantizada para las empresas. La propuesta del organismo regulador planteó que este esquema considera incentivos a la expansión del servicio para usuarios finales de bajo consumo y una reducción en la carga administrativa que enfrentan los actuales distribuidores por ducto de gas natural y que ha frenado la entrada de nuevos participantes. La Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN) apoyó el objetivo de la CRE que es la expansión del servicio, al considerar que el Gas Licuado de Petróleo (GLP) es 140 por ciento más costoso que el gas natural. Apuntó que la propuesta regulatoria no logra los objetivos de que más consumidores se transfieran a este energético. “Tal como está planteada esta iniciativa, no representa una mejora regulatoria, ya que se mantiene la mayoría de los trámites, (…) tampoco se incentiva la expansión de las redes de distribución actuales, ni se promueve el desarrollo de nueva infraestructura en zonas donde aún no se cuenta con el servicio”, detalló la AMGN.

La agrupación propuso para revertir la situación del sector una regulación tarifaria flexible y con rentabilidad para que puedan competir contra otros operadores de combustibles como el gas LP; colaboración en los tres niveles de gobierno y subsidios focalizados.