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Lula da Silva y sus aliados, proponen un fortalecimiento de mecanismos subregionales como la Unasur
00:22 lunes 2 enero, 2023
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Durante muchos años, Brasil y México vivieron en una competencia por el liderazgo regional, que en algún momento pareció ceder los últimos años sólo para según las señales renovarse ahora. Cierto que no parece un tema atrayente o siquiera aceptable en estos tiempos de la "Marejada Rosa" y la retórica de la unificación regional, pero el hecho es que ambos países plantean propuestas de agrupamiento, aunque por rutas y formulaciones distintas. López Obrador, por ejemplo, dice buscar una unión regional basada en el modelo europeo, con la eventual participación de Estados Unidos y Canadá. Promueve también la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA). Brasil, o más bien Luiz Inácio Lula da Silva y sus aliados, proponen un fortalecimiento de mecanismos subregionales como la Unasur, antes que impulsar a la Celac. El proyecto brasileño tiene raíces en su propia tesis geopolítica, basada en su tamaño y su potencialidad, que lleva a considerarse como hegemón, o potencia dominante, en América del Sur y por tanto en capacidad y necesidad de limitar el impacto de otras potencias en lo que consideran como su esfera de influencia. Unasur es uno de los instrumentos creados hace ya más de una década para consolidar esa situación. De hecho, una parte importante de las promesas de campaña del ahora Presidente electo fue restablecer el lugar de Brasil en el mundo. El prestigio de Lula da Silva es tal que a menos de una semana de asumir la Presidencia de Brasil, ya es considerado como un interlocutor para los estadounidenses, un líder regional para la izquierda latinoamericana y una posible fuente de recursos para la región. De hecho, la presidenta hondureña Xiomara Castro declaró a fines de noviembre que pedirá al brasileño el restablecimiento de fondos para financiar las represas de Jicatuyo y Los Llanitos, que habían sido aprobadas durante el gobierno de su esposo Manuel Zelaya, pero no se concretaron debido al golpe de estado militar de 2009. En las últimas semanas Lula da Silva desarrolló una activa agenda internacional, que lo llevó a la reunión de El Cairo sobre cambio climático, lo que le permitió además establecer, o restablecer, contactos personales con los gobernantes de varios países.
Sus portavoces anunciaron además que en los tres primeros meses de 2023 viajará a Estados Unidos, Argentina y China. Se recuerda además que Lula da Silva fue instrumental en la creación del grupo BRICS (integrado ahora por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en 2001. Esa vinculación le facilita posibilidades de acceso a recursos financieros al margen del actual sistema financiero internacional. Paralelamente algunos aliados de Lula da Silva, han señalado que México tiene una circunstancia diferente al resto de Latinoamérica debido a su relación con Estados Unidos. POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS