Amparo Rosillo Izquierdo, presidenta de Nuestro Centro, solicitó al Ayuntamiento de la Capital que se haga responsable de los daños y las pintas que quedaron en los comercios del primer cuadro de la ciudad, posterior a la marcha feminista del 8 de marzo. Esta marcha que tuvo la participación de hasta 10 mil mujeres, según el último reporte de Protección Municipal, dejó varios inmuebles privados intervenidos, sobre todo en calles como Iturbide, Madero, Álvaro Obregón, 5 de Mayo y Carranza, por ejemplo, el Centro Joyero fue uno de los más rayados durante la marcha. La dirigente empresarial, expuso que aún no se cuenta con un padrón de comercios dañados por las pintas y grafitis que dejó el paso de algunas participantes de la marcha multitudinaria, sin embargo, externó que ya se le solicitó al ejecutivo municipal para que intervenga en la reparación de fachadas. Si bien, Rosillo Izquierdo reconoció que las pintas fueron respuesta a un enojo colectivo, declaró que ya se solicitó la intervención del Municipio a fin de que servicios municipales pueda colaborar con la restauración de las fachadas, así como también la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).