La circulación de autos chocolate de manera indiscriminada y sin regulación, obedece a que los gobiernos sin importar el color, han utilizado estos permisos como una medida populista, señaló Ramón Ortiz Aguirre consultor ambiental. Los autos de procedencia extranjera representan un daño ambiental por las emisiones contaminantes, un daño económico e incluso un daño a la seguridad, “porque hay muchos vehículos utilizados por la delincuencia y existe una manga ancha, una manga ancha por los tres niveles de gobierno”. Externó que cuando se ven las placas de los vehículos, estos están afiliados a la CROC (Confederación Revolucionaria de Obreros Campesinos), CROM (Confederación Regional Obrera Mexicana), CTM (Confederación de Trabajadores de México), Antorcha Campesina y Antorcha Popular. “Son agrupaciones políticas las que los afilian, entonces están vendiendo su voto, están vendiendo su participación a diferentes niveles de gobierno, los líderes que trabajan ahí, que son los que representan a estas personas están haciendo acuerdos”. Cuando se realizaron los primeros acuerdos, los vehículos de procedencia estadounidense estaban destinados para las personas trabajadoras del campo, pues no estaban en condiciones para adquirir un vehículo nacional nuevo o usado, incluso el programa era para permitir únicamente camionetas pick up, relató. Lamentablemente, con el paso de los años, esta se convirtió en una medida que empezó a ser utilizada por otros sectores de la población. El último censo del Gobierno del Estado dio a conocer que en San Luis Potosí se han regularizado 60 mil unidades de procedencia americana.