AMLO dijo que a la iniciativa de Reforma Eléctrica no se le moverá nada; es decir, para él no hay nada negociable. El proyecto se queda tal como está La mejor lección del significado que los mexicanos otorgamos a la frase dar atole con el dedo la ha dado el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al enviado especial de la Casa Blanca, John Kerry, la semana pasada, cuando la tarde del jueves Kerry salió de su visita a Palacio Nacional y declaró ante la prensa que se había acordado con México algo que al día siguiente el Presidente desmintió.  Son dos los puntos de conflicto. El primero es que la iniciativa de Reforma Eléctrica de AMLO sí está sobre la mesa de las negociaciones, de acuerdo con Kerry; es decir, los estadounidenses creen que es un tema que sí se puede ajustar. Pero AMLO dijo el viernes que a la iniciativa no se le moverá nada; es decir, para él no hay nada negociable. La iniciativa se queda tal como está.  Y el segundo tema es el establecimiento del grupo de trabajo liderado por el embajador Ken Salazar con gente de la Casa Blanca, a fin de ver cómo se darán las cosas hacia adelante, dijo Kerry, lo que AMLO también desmintió, diciendo que era inaceptable que alguien desde afuera nos vigile.  Pero lo que hizo el Presidente a Kerry fue recetarle una batería de concesiones limitadas y confundidas. Entre otras cosas, le ofreció: (1) respetar los permisos existentes de importación de petróleo a cinco empresas; (2) aclarar que no habrá permisos de importación nuevos; (3) solicitar que inviertan en extracción; (4) facilitar la vida a la empresa Talos si se desiste de un arbitraje judicial; y (5) explicarles que 46 por ciento de negocio eléctrico correspondiente a los particulares es suficiente y que tiene potencial de crecimiento. En pocas palabras, cantinfleó; les ofreció migajas, para que las empresas que han levantado la voz dejen de hacer ruido.  Es muy probable que en la Casa Blanca se haya elevado el nivel de preocupación por esta actitud del presidente López Obrador acerca de la Reforma Eléctrica.  A Estados Unidos —y de hecho, a cualquier país serio— le gustan las reglas claras, impresas en leyes o firmadas en tratados, y que apliquen a todo un sector o a una industria. La ley debe ser pareja. Es difícil pensar que Kerry haya quedado satisfecho con las excepciones otorgadas a cuentagotas en una reunión donde no se firmó nada ni se llegó a un acuerdo que se traducirá en ley.  Lo anterior hace pensar que lo que sigue es el camino legal, lo que se deprende de las “serias preocupaciones” que tiene Estados Unidos por la Reforma Eléctrica de AMLO, de acuerdo con las palabras pronunciadas antes de esta reunión por Katherine Tai, la Representante Comercial de ese país.  Los estadounidenses saben que el Presidente les dio atole con el dedo. AMLO también. Y ahí estamos.  PIB  Los economistas encuestados por Banco de México redujeron otra vez el pronóstico de crecimiento para este año a únicamente 1.76 por ciento.   POR CARLOS MOTA

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