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Sí, somos muy activos en el plano internacional. Y consistentes. Nuestra política...
00:02 sábado 24 diciembre, 2022
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Sí, somos muy activos en el plano internacional. Y consistentes. Nuestra política exterior consiste en no tocar nunca, ni con un pétalo, a un solo tirano Contra lo que repite el Presidente, nuestro país, bajo la administración obradorista, exhibe una notable actividad en los terrenos de la política internacional. El titular del Ejecutivo, recordaremos, decidió ponernos en el centro de una especie de cumbre de no alineados 2.0 con el fracaso de la CELAC, un oso porque a sus cuates del cinturón bolivariano, ese dream team de narco políticos, abusadores de menores y encarceladores de adolescentes, se les pusieron al brinco un par de representantes de las democracias latinoamericanas. La idea de nuestro líder era, más allá de ponerse en el centro de la fiesta, como súper líder regional o algo así, desbancar a la OEA, ahí nomás. Por eso fue que dejó ir lo del injerencismo gringo contra Cuba, que le parece un ejemplo de dignidad y todo eso. Cuba, de hecho, es uno de los temas recurrentes de la política exterior chaira. ¿Se acuerdan? Tuvimos a Díaz-Canell como invitado en aquel Día del Grito, luego vimos a nuestro Presidente en el acto de recibir en la isla esa Medalla al Mérito Bananero que los cubanos dan para acariciarte el Narciso interior y que luego les regales petróleo, y tratamos de sabotear la Cumbre de las Américas porque Biden se negó a invitar a los de las autocracias progres. Otro fracaso: las carcajadas todavía resuenan en la Casa Blanca. Súmenle que les compramos vacunas contra el COVID que lo mismo podrían estar hechas con agua de coco, que les pagamos fortunas por los dizque médicos que vienen en condición de trabajo esclavo y que hasta les llevamos libros de regalo a la Feria de La Habana.
Luego están la visita de Kamala Harris, saludada por el licenciado López Obrador como “presidente Kabala”, y los esfuerzos de Biden para no dormirse cuando el encuentro entre ambos presidentes, el del monólogo que no terminaba. Claro que antes estuvieron los piropos a Trump, lo de que cómo no entenderlo si yo también sufrí un fraude y lo de no felicitar a Biden. Súmenle los viva Boric, que ya se pronunció contra la atrocidad del régimen cubano que financiamos; viva Lula, que francamente está en plan de ni te topo, y viva Petro. Más, claro, las carantoñas a Putin y las broncas con el gobierno ucraniano. Súmenle las de las últimas semanas. La más sonada es la de Pedro Castillo, encarcelado por intentar un golpe de Estado para el pesar del licenciado, que quería traérselo y tuvo que limitarse a traer a su familia. La otra, que merecía más ruido, fue nuestra negativa a expulsar a Irán del organismo de la ONU para proteger a las mujeres, mientras, al parecer, un jugador de ese país está a punto de ser ejecutado por defender a sus compatriotas de la teocracia. Sí, somos muy activos en el plano internacional. Y consistentes. Nuestra política exterior consiste en no tocar nunca, ni con un pétalo, a un solo tirano. POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09