Es una obviedad que nadie duda: el presidente es jugador protagónico en la elección presidencial. No solo porque desde un inicio él abrió la baraja de presidenciables, dando el banderazo de salida en el lejano 2021, cuando destapó a sus corcholatas, sino porque a cuatro meses de la elección está decidido a imponer la agenda electoral y, de paso, fijar la ruta de lo que serían los años posteriores a su gobierno. López Obrador busca trascender el sexenio impulsando no solo la continuación de su 4T, con Claudia Sheinbaum, sino delineando el proyecto de gobierno que seguirá tras su sexenio. ¿Cómo? A través de las anunciadas iniciativas que hoy enviará al Congreso. Cada una de ellas no solo serán de facto propuestas de campaña que Morena asumirá como propias, sino ruta a continuar para quien le suceda en el cargo. No hay sorpresa. Tampoco tendría que haber sorprendidos. AMLO ha dicho que mandará, al menos, diez iniciativas. Es el último intento, pues este que recién comenzó, es el último periodo de sesiones que verá su sexenio, antes de que concluya el 1 de octubre. Cuenta regresiva. La apuesta no es menor, el presidente pretende cambios constitucionales –que requerirán las dos terceras partes de los votos en cámara de diputados y Senado, lo que implica necesariamente convencer a parte de la oposición- que trastocarían el orden actual. Algunos, parecen relativamente simples, como la reforma a los artículos 123 y 127 de la Constitución, para que el salario mínimo siempre se aumente por encima de la inflación. Otras, parecen nacerán muertas, pero alimentarán la narrativa electoral de la 4T: la reforma al poder judicial, por ejemplo, que tendrá como eje que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por el voto popular. La oposición al unísono ha dicho que no. Las habrá también polémicas, como la electoral, que planteará la desaparición de candidaturas plurinominales, reducir los gastos de campaña y disminuir el número de diputados y senadores. Unas más suenan bien, pero financieramente lucen inviables: la de pensiones. ¿quién no quisiera que los trabajadores afiliados al IMSS y al ISSSTE puedan recibir su sueldo completo cuando se jubilen? ¿Pero de dónde se sacarán miles de millones de pesos para que eso sea posible? El presidente ha dicho que el gobierno aportará dinero. ¿De dónde? Otras van por su segundo intento: la reforma eléctrica, por ejemplo, que recién detuvo la Corte por inconstitucional. ¿Qué se intenta? Eliminar la reforma energética de 2013 y priorizar a la CFE por encima de la libre competencia entre empresas privadas, que busquen dar mejor servicio y precios a los usuarios. La de Guardia Nacional va en el mismo sentido. AMLO ya había intentado que el cuerpo de seguridad “civil” pasara a la Secretaría de Defensa, pero la SCJN la frenó también por considerarla inconstitucional. Hacia el cierre de su sexenio, el presidente apuesta su resto para dar un espaldarazo desde el poder a su 4T y su candidata. De eso se tratan las iniciativas que hoy mandará. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN [email protected]      @MLOPEZSANMARTIN