La aficionada logró llegar hasta donde estaba el luso, abrazó al portugués e inició un diálogo con el jugador. El portugués trató de calmar a la niña, quien estaba llorando. El jugador de la selección de Portugal se quitó la playera y se la dio a la niña, provocando los aplausos y la algarabia de los presentes. Asimismo, recomendó a los guardias de seguridad que tuvieran cuidado con la pequeña. Atrás de la cancha, la pequeña se encontró con una persona mayor, fueron fotografiadas con la playera de Cristiano, mientras el hombre agitaba la playera de Irlanda. Tras el empate 0-0, Portugal sumó un punto y se sitúa como líder del Grupo A de la clasificación europea. El próximo domingo, los lusos se juegan su pase al Mundial ante Serbia. EXCELSIOR