Aunque sea mucho más famoso por la trilogía de Batman, no podemos olvidar el Oscar que Christian Bale ganó con The Fighter, y tres nominaciones por American Hustle, The Big Short y Vice. Y ahora podrá competir una vez más, de la mano de Netflix con The Pale Blue Eye.  Luego de esos triunfos y el reconocimiento del público, platica que ha tratado de mantenerse sencillo. "Yo creo que mi vida sigue siendo exactamente igual como siempre fue. No dejo de salir, aunque me reconozcan un poco más. Pero sigo haciendo lo que quiero”. Christian Charles Philip Bale nació el 30 de enero de 1974, en Haverfordwest, Gran Bretaña. Su abuelo materno se dedicaba al entretenimiento infantil; el otro abuelo había sido el doble de John Wayne en dos películas, mientras la madre había trabajado como bailarina de circo, aunque solo un tío abuelo, Rex Bale, había sido actor profesional. Con tres hermanas mayores, a Chris recién le empezó a gustar la actuación cuando vio a su hermana Louise en una obra de teatro. Y mientras tomaba algunas clases de guitarra y ballet, con apenas ocho años, Christian Bale consiguió el primer trabajo de actor en varios comerciales. A los 13 años, Steven Spielberg lo eligió para el personaje principal de la película Empire of the Sun, luego de la recomendación del cineasta, Amy Irving, que ya había trabajado con Christian Bale en la cinta para televisión Anastasia: The Mystery of Anna. Ofreciéndole el apoyo, su padre David Bale renunció a su trabajo de piloto comercial para convertirse en el manager personal de Christian. Obtuvo el rol principal de American Psycho, Bale logró el reconocimiento internacional. Estuvo a punto de protagonizar Titanic y aunque pasó la prueba inicial, le ganó Leonardo Di Caprio, porque James Cameron no quiso que los dos protagonistas tuvieran acento británico (como ya lo tenía Kate Winslet con el rol de Rose) y luego el nuevo James Bond, en vez de Daniel Craig. Sin embargo, nadie como él pudo haber personificado mejor a Bruce Wayne en tres diferentes versiones de Batman y más de dos mil millones de dólares en recaudaciones. "Trato de no traer nada mío a los personajes que interpreto y ni siquiera me gusta hablar mucho sobre mí, porque creo que los actores son mucho mejor cuando son como el lienzo blanco de un cuadro". "Me gusta el estilo de cine que desafía al espectador, además de desafiarme a mí también. Con el cine y una televisión mucho más creíble y redes sociales, hoy hay mucho para ver en nuestro tiempo libre. Yo ni siquiera filmo demasiado últimamente, solo es una coincidencia que estrene tres producciones diferentes, porque tampoco las filmé al mismo tiempo”, reflexiona. "Soy de los que prefieren ver lo que pasa en cada escena, en vez de perseguirla, sabiendo lo que va a pasar. Pero siempre se necesita una gran preparación por adelantado, para estar atento en el momento en que puedas sentarte y ver lo que pasa. Muchas veces paso mucho tiempo conmigo, solo. "Pero con un director como Scott Cooper, nos conocemos desde hace mucho tiempo y ya habíamos hablado sobre The Pale of Blue Eye mucho antes de haber conseguido financiar la producción. Pero las conversaciones sucedieron antes del rodaje, porque una vez que empezamos a filmar, realmente no soy de hablar demasiado. Hablo muchísimo menos”. Así como en Batman, Chris buscaba a los más villanos de Ciudad Gótica, esta vez eligió un estilo de cine gótico de misterio como The Pale Blue Eye, en la que interpreta un detective que busca otro estilo de villano: el culpable de una serie de crímenes. Y en una historia mucho más real, cuenta con la ayuda de un soldado que en un lejano futuro será nada más y nada menos que el famoso autor Edgar Allan Poe. Éste personaje en realidad lo iba a interpretar en un principio Timothee Chalamet, pero al renunciar para filmar Wonka, terminaron contratando a Harry Melling Pero lo curioso es que es la tercera vez que Christian Bale trabaja con el mismo director Scott Cooper después de haber filmado antes Out of the Furnace’s y Hostiles. Bale revela qué es lo que encontró en Scott Cooper para filmar con él tres producciones diferentes.  "Disfruto cuando trabajo con Scott y cuando veo su estilo de cine. Nos entendemos muy bien entre nosotros, como si fuera un simple atajo entre nosotros, haber filmado tres películas, sin curvas ni caminos difíciles. Me gusta cómo trabaja y por lo visto a él le gusta como yo trabajo también. Es una persona que sabe comunicar muy bien su visión. Siempre trae algo nuevo, algo intrigante que me lleva a querer filmar otra vez con él, sin perder la magia ni el sentido de un nuevo descubrimiento”. Platica qué tan real es la aparición de Edgard Allan Poe en el filme. "La historia no es real, es pura ficción y Edgar Allan Poe es sólo la inspiración de la novela que también adaptó al cine, Scott. Pero lo mejor es que aquellos que la vean se van a dar cuenta de las pistas que voy dejando desde los primeros cinco minutos. Sólo cuando veas el final te darías cuenta lo que tardamos dos horas en decir. Por eso son tan importantes los detalles”. Entre los detalles impresionan los cadáveres y tanta muerte sin mostrar demasiada violencia ¿Los cuerpos de los muertos eran verdaderos actores?. "No, no. Fueron diseñados por un artista VFX de Montreal, el mejor. Con un molde de yeso que colocaba en los actores, creó una copia donde literalmente le agregaba pelo por pelo al cuerpo. Todo hecho a mano, muchísimo trabajo. Es un verdadero artista. Es lo bueno de hacer cine con Netflix porque ellos quieren hacer lo mejor, aunque salga caro. Había momentos en que me daba gracia ver al verdadero actor al lado de su propio cadáver, porque se veía todo muy real. Cuando yo los vi tirados en el suelo, pensé que me estaban haciendo una broma, que eran los actores haciéndose de muertos. A uno de los actores que interpreta al Cadete Frey, después que lo asesinan, no podía parar de reírme cuando lo vi mirándose él mismo, como si fuera un espejo”. Al realizar cine gótico con planos oscuros y entre el frío del invierno le agregan, asegura, todavía más suspenso a la historia. "Y además tuvimos la opción de filmar en el verano, entre la belleza de ver más mujeres, pero Scott insistió en filmar en invierno, mostrando la historia con la menor luz posible, pero el frío fue lo más real que tuvimos y la verdad, yo disfruto más cuando no me siento cómodo”. Sin revelar el final, si platicó un poco sobre el incendio que se rodó para la escena final.  "Fue una escena que discutimos bastante antes que nada. Tenía que verse real, pero estaba el riesgo de salir mal. Y fue lo mejor que filmamos, fue fascinante verlo. En medio de las escenas de las peleas. De verdad, vale la pena verlo, para creerlo”, concluyó.   Con información de Excelsior.