CIUDAD DE MÉXICO. Ya se ha distribuido 80% de los libros de texto gratuitos de preescolar y primaria, informó Antonio Meza Estrada, director general de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), quien aseguró que en este momento ya no hay problemas en la producción de los ejemplares, luego de que la impresión inició con retraso de cinco meses. A seis semanas del inicio del ciclo escolar, Meza Estrada dijo que los libros, que llegarán con máximo dos semanas de retraso, serán básicamente para escuelas de tiempo completo, de convivencia escolar y de inglés. “Son diez grupos, diez familias diferentes de libros, pero obviamente los más importantes son preescolar y primaria, que son 120 millones. En total, en estos momentos vamos como en 50%, 55% ya de los libros enviados a los estados, y si hablamos nada más de preescolar y primaria estamos en 80%. “Puede ocurrir que alguna escuela no reciba todos sus libros o que algún estudiante por algún motivo no tenga los siete libros o los seis libros o los diez libros que le tocan a los de cuarto de primaria, pero en esos casos estaríamos al tanto para subsanar cualquier caso particular”, aclaró.

Meza explicó, en entrevista con Excélsior, que los libros de preescolar y primaria son hechos por la SEP y se imprimen en los talleres de la Conaliteg y de otros de inversores privados. “Creemos que eso va caminando bien, son 120 millones de esos libros, y tenemos 90 millones , nos faltan 30 millones”, detalló.

En tanto, indicó que los libros de secundaria, que suman 35 millones y se adquieren con 32 empresas editoriales, ya se compraron y entrarán esta semana a las bodegas de la Comisión, para estar en un periodo de 15 a 20 días en los estados. —¿Existe un problema en la producción de los libros para el próximo ciclo escolar en este momento? —Ya no, en junio teníamos 100 millones de libros en producción, ahorita nada más nos quedan alrededor de 17 millones de libros en producción que calculamos que estén ya para finales de este mes. El asunto es que ocupar todas las imprentas grandes del país, de la Zona Metropolitana, Toluca, Puebla y Querétaro, ponerlas a trabajar para hacer libros, es una tarea complicada; poner a las empresas productoras de papel a generar 70 mil toneladas para hacer todos estos libros representa un esfuerzo de coordinación muy grande, y entraron muchas empresas, tenemos cerca de 60 empresas produciendo libros, imprimiendo”, destacó. Meza reconoció que la curva de aprendizaje tras la decisión de centralizar las adquisiciones del papel con la que se elaboran los libros en Hacienda tomó tiempo y desfasó la entrega de ejemplares que, a estas alturas, ya debería haber terminado, pero permitió ahorrar 400 millones de pesos. -- Excélsior / LAURA TORIBIO