En Hollywood la mesa está puesta para la entrega del Óscar. Las calles están cerradas, la alfombra colocada y sólo falta terminar de vestir la pasarela más famosa del mundo para el domingo. La ciudad respira y vive el Óscar; desde los taxistas hasta los vendedores ambulantes que se acomodan cerca del área y los curiosos que se acercan para intentar ver cómo se desarrollan las maniobras de instalación. Durante la mañana de ayer se realizó una degustación abierta a la prensa del menú preparado por Wolfgang Puck para el Governors Ball, la fiesta oficial. Las estatuillas gigantes que suelen adornar la alfombra roja a la entrada del Teatro Dolby no han sido colocadas, y no se sabe si llegarán o si la decoración cambiará por ser la entrega 90. Si hay alguien que espera con buena actitud y sabiduría la apertura del sobre de su categoría es el cinefotógrafo Roger Deakins. El británico de 68 años recibió su nominación 14 en Mejor Fotografía, esta vez por Blade Runner 2049, y jamás ha ganado. Su historial con el Óscar empezó con Sueño de Fuga en la ceremonia de 1995 y ahora parece ser el favorito para ganar, por fin. -- Reforma