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En el fondo y en la forma López Obrador sigue engañando a lo que llama “el pueblo bueno” y súmele a cualquiera que ingrese en esa denominación
08:09 domingo 25 abril, 2021
EN LA OPINIÓN DE CLAUDIO GARCÍALo dicho por un viejo lobo en la política mexicana como lo es Porfirio Muñoz Ledo es de tomarse en cuenta y reflexionar al respecto, sobretodo porque se refiere a Morena, su partido y a la conducción del país: “Estamos llegando a la bifurcación de la historia, o se da el punto de no retorno de irnos a la democracia o nos vamos al autoritarismo”. Dicho lo anterior por uno de los creadores, de los impulsores de la democracia moderna para nuestro país, promotor de diversas reformas que propiciaron la creación de instituciones autónomas, algunas de las cuales se formaron para combatir el autoritarismo gubernamental que prevalecía, sin duda debemos tomarlo en cuenta y sobretodo como una advertencia del camino que este gobierno está siguiendo: destruir la democracia Porfirio, como se le llama, no ha sido un personaje ajeno a la polémica, por el contrario, siempre ha estado del lado de la controversia, pero siempre se le ha reconocido por ser un defensor de la democracia y así lo hizo nuevamente desde la tribuna de la Cámara de Diputados por hora y media la madrugada del pasado viernes. Expresó respecto a la ampliación de dos años como ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a Arturo Zaldívar: “Me opongo con toda la fuerza y convicción de mi ser, con todo el esfuerzo memorioso que hemos hecho desde 1988 para instaurar en el país un orden democrático y no una República autoritaria, a este insensato proyecto de violar la Constitución política del país”. En una entrevista concedida al periódico el Universal, Porfirio Muños Ledo, a sus 88 años, externó respecto a las reformas que se han enviado al Congreso: “Hacen reformas constitucionales para aplicar su programa de gobierno, no para reestructurar el estado mexicano y ese es el problema, violar la Constitución ni siquiera reformarla. Una cosa es hacer una nueva Constitución y otra es olvidar la anterior” El impulsor de estas reformas constitucionales es el habitante de palacio nacional y sus títeres en el Congreso de la Unión solo se mueven si él mueve los hilos, así que la denominada “ley Zaldívar” proviene del personaje que se sube a su templete mañanero en palacio nacional. No hay que darle vueltas. En el fondo y en la forma López Obrador sigue engañando a lo que llama “el pueblo bueno” y súmele a cualquiera que ingrese en esa denominación, desde quien recibe su pensión hasta el invitado a la “Chingada” por los lares de Macuspana, Carlos Slim. Quiere a través de sus esbirros acabar con la democracia, “quiere restaurar el nacionalismo revolucionario populista”, como dijo Roger Bartra y añade este intelectual de izquierda “quiere restaurar un subproducto, un deshecho de la crisis de la dictadura perfecta”, para eso hay que destruir las instituciones, leyes empezando por la que juró respetar y hacerla respetar: La Constitución.